Sin importar las horas que tuvo que viajar llagó hasta la ciudad de México, tan solo para salvar las cenizas de su madre, mismas que rescató de un edificio a punto de caer por un socavón en la Gustavo a Madero, otras 40 familias viven angustiadas de que podrían perder su patrimonio.
Después de mucho trabajo, para encontrar como regresar, finalmente logró obtener un pasaje en camión, el largo camino que tuvo que recorrer fue realmente angustiante, ya que se hallaba con la incertidumbre de no saber que ocurría con su casa, pero sobre todo con su madre.
Después del viaje más largo de su vida, de Chiapas a la CDMX, Carlos "N" logró llegar a su casa solo para darse cuenta de que no podía acceder ella, porque elementos de Protección Civil se encontraban realizando una inspección para evitar cualquier riesgo para los habitantes.
Tras una larga espera, finalmente pudo acceder a su departamento y salir con su madre en brazos, quien se encontraba en una pequeña caja de madera con una fotografía, ya que había partido de este mundo hace 14 años.
"Ya ni pensé en el cubrebocas, así me salí" comento Áurea "N", quien lleva 40 años de vivir en el área A de este conjunto de departamentos.
Lo más feo de esta ocasión es no poder regresar a mi hogar dijo con una voz entre cortada y con un nudo en la garganta.
En otras ocasiones han podido regresar a su casa a dormir, a continuar con las vidas. Sin embargo, en esta ocasión sólo esperamos que el techo no se derrumbe nosotros.
Con los minutos que les dieron únicamente pudieron sacar lo indispensable, para poder pasar la noche con familiares; ahora tienen la esperanza de poder mudarse a otro lugar y comenzar de nuevo.
“Mucha gente se acerca a decir que lo mas impórtate es la vida, pero no saben el trabajo y la dedicación que uno a puesto en su vivienda y todos los sacrificios que hay detrás de cada objeto”, dijo.
Otro vecino, integrantes de una familia de tres adultos y un menor de nombre Leobardo “N”, dijo estar agradecido de haber sido llevado a un hotel esta noche.
Esta familia, que tiene una década viviendo ahí, agradece que la afectación solo sea la inclinación del edificio, lo que les podría dar la oportunidad de volver, aunque por ahora solo agradecen que nadie salió herido.
Angélica “N”, representante del edificio 52, explico que la principal preocupación ante un hecho natural como el sismo era desalojar, pero nunca se está preparado.
Cabe señalar que la mayoría de los habitantes de estos departamentos son adultos mayores, por lo que se les pidió que se fueran con familiares que pudieran recibirlos, en tanto se resuelve el tema de las reparaciones.
Así se los dio a conocer personal de la alcaldía Gustavo a. Madero, quienes respondieron dudas e indicaron que se les apoyaría con cantidades de hasta 5 mil pesos para renta por el tiempo que duren las reparaciones.
Por lo pronto se les apoyara con las tres comidas básicas durante el día, así como trasporte para poder trasladarse a los destinos que requieran.