Implementar programas, acciones y políticas que faciliten y garanticen a mujeres privadas de su libertad en centros penitenciarios, el acceso a productos de higiene íntima, conminó el Congreso capitalino a la Secretaría de las Mujeres y a la Subsecretaría de Sistema Penitenciario de la Ciudad de México.
Fundamentó la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Legislativo local, Martha Llaguno, que es una vulneración a los derechos humanos, que las reclusas tengan que desarrollar sus actividades cotidianas sin el acceso a los artículos necesarios para disfrutar de una higiene íntima adecuada.
Dijo que el propósito es que disfruten de una higiene íntima adecuada, sin importar su situación jurídica y civil.
Por ello, la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Ciudad de México, avaló un dictamen por el que se exhorta a la Secretaría de las Mujeres y a la Subsecretaría de Sistema Penitenciario, a que en conjunto ejecuten los mecanismos que permita a las presas acceder a productos de higiene menstrual e íntima.
En su calidad de presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Martha Llaguno refirió que es una vulneración a los derechos humanos que las reclusas tengan que desarrollar sus vidas y sus actividades cotidianas sin tener acceso a los artículos necesarios para disfrutar de una higiene íntima adecuada.
Resulta que en la misma proposición con punto de acuerdo, se solicitó a la Secretaría de las Mujeres de la urbe a que en coordinación con la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, imparta talleres de salud reproductiva y sexual a las reclusas en centros penitenciarios de la capital del país.
Por otra parte, Llaguno estuvo de acuerdo en que se exhorte a la Oficialía Mayor del Congreso local a que instruya a todas las titularidades de las diferentes áreas administrativas y operativas del órgano deliberativo, el promover el uso del lenguaje inclusivo entre las personas que trabajan y colaboran con el Poder Legislativo.
La diputada dijo que con ello, se pretende enriquecer las formas de expresión respetuosas, porque el empleo de ese lenguaje abona a lo que la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia de las Mujeres define como perspectiva de género, y que de la misma forma se aborden las relaciones entre mujeres y varones, con el objetivo de diseñar políticas públicas para disminuir las brechas de desigualdad de género.
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