Alejandro Encinas y Ricardo Ruiz, políticos que figuran desde hace casi tres décadas en la ciudad, nuevamente protagonizan una transición de gobierno en la capital, ahora de la mano de los morenistas Martí Batres y Clara Brugada.
Con roles diferentes, los experredistas ya han participado en el traspaso de poderes en los años 1997, 2000 y 2006.
En entrevista con El Sol de México, Encinas señaló que la transición más complicada que tuvo a su cargo fue cuando Cuauhtémoc Cárdenas ganó la jefatura del Gobierno, debido a la falta de voluntad política de la administración saliente.
El proceso de ese año, afirmó, fue de aprendizaje porque era la primera vez que había una elección en la ciudad, pues antes el entonces Distrito Federal era gobernado por un regente nombrado directamente por el Presidente en turno.
Oscar Espinosa fue el último titular de una regencia capitalina y el encargado de entregarle la llave del aparato administrativo local a Cárdenas, quien derrotó en los comicios a Alfredo del Mazo, candidato priista y exgobernador del Estado de México, y al panista Carlos Castillo Peraza.
“En aquel momento, no solamente no había ningún instrumento institucional reglamentario para la transición, tampoco había mucha voluntad política que digamos”, explicó.
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De acuerdo con Encinas, nombrado entonces como secretario de Medio Ambiente, los funcionarios simplemente les entregaron unos archivos, llaves y dijeron “ahí nos vemos”, aunque después tuvieron que regresar para que otorgaran el acta de entrega-recepción.
A pesar de la petición de Cárdenas no hubo un proceso terso ni transparente, pues unos meses después, el primer jefe de Gobierno capitalino reprochó que no le informaron sobre un déficit de mil millones de pesos.
La situación, precisó, cambió en los traspasos de los siguientes gobiernos de izquierda, como fue la entrega de Rosario Robles a Andrés Manuel López Obrador en el 2000 y en 2006, cuando Encinas, como jefe de Gobierno, junto con Ruiz, secretario de Gobierno, encabezaron la entrega-recepción con Marcelo Ebrard.
“Marcelo y yo lo vimos directamente, yo le hice una entrega personal con todos los archivos digitalizados de los seis años de gobierno y además un reporte muy bueno de Finanzas, me acuerdo que le deje 13 mil 600 millones de pesos en caja”, aseguró el exjefe de Gobierno.
Ese año fue la última vez que el futuro secretario de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana participó en una transición, hasta que recientemente Brugada, jefa de Gobierno electa por Morena, lo comisionó para encabezar ese proceso, que ahora está en manos de César Cravioto, secretario de Gobierno de la próxima administración.
A 27 años de distancia, Encinas aseguró que este proceso resulta totalmente contrastante porque ahora existe una identidad política y de proyecto, así como una relación muy personal y estrecha con todos los funcionarios de la capital.
“Aquí, evidentemente es un proceso muy ordenado, fraterno, pues somos compañeros que hemos compartido muchos años de trabajo y de lucha y estamos generando todas las condiciones para que desde el primer momento la ciudad siga funcionando y, al mismo tiempo, Clara inicie su proyecto de Gobierno”, manifestó.
Por su parte, el mandatario saliente, Martí Batres, nombró a Ruiz, actual secretario de Gobierno, como enlace para el proceso de transición, con quien Encinas dijo entenderse muy bien y trabajar con mucha coordinación.
Sobre el proceso de 2006, el funcionario consideró que la transición de 2006 fue difícil porque ocurrió en medio de todo el cuestionamiento de las elecciones a nivel federal.
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“Nos seguimos entendiendo ahí, en la transición, a mí me toca entregar y a él recibir y estuve con él en el 2006, él fue jefe de Gobierno y yo secretario, estuve en esa transición entregando y ahora él recibe y yo entrego, esa es la diferencia”, indicó.
Ruiz, abogado de profesión, también se ha desempeñado como diputado local y federal, además de ocupar diversos cargos dentro del Sol Azteca, como integrante de la Comisión Política, presidente del Consejo Nacional y presidente del partido.
