Era una mañana fría. Tenía que llegar a una reunión en la avenida Reforma y la calle de Lieja, en la colonia Juárez. Como siempre iba con buen tiempo. Me bajé en la estación Chapultepec.
La vi en uno de los pasillos. Es una mujer de unos 70 años, muy chaparrita, cobijada con un rebozo desgastado por el tiempo, una sudadera y un pants, también algo viejos. Pide limosna con una taza de plástico. Se estaba congelando, pero ahí estaba paradita sin moverse.
Me llamó la atención que cantaba, con voz ronca y desentonada, una canción que escuchaba cuando niño: Paloma de dónde vienes/Vengo de San Juan del Río/Cobíjame con tus alas/Porque me muero de frío…
Mientras me acercaba a la señora, recordé que esa melodía me trae bellos recuerdos porque mi mamá la tarareaba mucho. Es de autor anónimo y al principio pensé que hablaba de un municipio de Querétaro, pero después supe que su origen es duranguense.
En ese estado hay una población que se llama también San Juan del Rio. Alguien la compuso entre 1945 y 1946. Le di 10 pesos a la pedigüeña y con ese pretexto le pregunté su nombre y por qué no se acercaba a los andenes para cubrirse del clima.
Muy amable me contestó: Me llamó Rosa y me sacan los policías si me acerco más; aquí tengo que estar abusada porque de pronto llegan.
Observé que difícilmente hablaba español ¿De dónde es usted, Rosita? Soy de un pueblo que se llama Yucuquimi de Ocampo, cerca de Huajuapan de León, en Oaxaca ¿Y qué hace aquí? ¿Está con su marido? Yo me vine sola, no tengo marido, allá la gente trabaja en la palma, eso a mí no me gusta y tampoco hay trabajo.Rosita recorre varias estaciones pidiendo limosna.
No me dijo cuánto saca de dinero.
Vive en un cuarto que renta en la calle de Moneda, en el centro de la ciudad.Días después me volví a encontrar a Rosita. Ahora en la estación División del Norte.
Cantaba otra canción que me recordó nuevamente mi infancia con mis tíos en el rancho en Parral, Chihuahua: El 24 de junio del mero día de San Juan/Un baile se celebraba en el pueblo de Ixtlán/Micaila desde temprano/Sonriendo le dice a Juan/Por ser el día de tu santo/Al baile me has de llevar…
La compuso un señor llamado Pascasio Romero Covarrubias por un suceso que derivó en una tragedia en 1928, en la población de Ixtlán del Río, Nayarit. ¿De dónde se sabe esas canciones, Rosita? ¡Huy, desde chamaca! ¿Se va a ir a su pueblo en estos días de fin de año? Sí la voy a pasar con mis ocho hijos allá.
Ya ni le pregunté qué trae a una mujer de edad, sola, a la Ciudad de México, con tanta familia y pidiendo limosna. Me contesté yo mismo: la necesidad.