/ viernes 24 de julio de 2020

Negocios en la cuerda floja por la pandemia de Covid-19

Todos los ramos tienen dificultades pero la estética ya casi sale con números rojos

Doña Cristi atiende una estética unisex y se alterna el horario con su hijo David, que tiene 2 menores en edad escolar; ellos los esperan a su regreso confiados que van a llevarles el sustento, tal como lo han hecho durante 9 años, pero actualmente a su abuela y a su padre les cuesta cada vez más cumplir con las obligaciones familiares.

Para lograrlo, han tenido que realizar adecuaciones a su local, que consisten en tener un tapete sanitizante para las suelas del calzado y que sus clientes, quienes deben acudir sin acompañante, porten cubrebocas y lleguen directamente al sillón de peluquería para ser atendidos con pulcritud y rapidez.

Tal medida la han procurado desde principios de julio, fecha en que se anunció el cambio a semáforo naranja en la Ciudad de México y sus clientas van al local a recibir sus tratamientos en fin de semana; esto les ha servido para mantener abierto, ya que el gasto que hacen las damas en su cuidado personal es de 400 a 600 pesos.

Pero indican que las cuentas ya no les salen a favor como antes, ya que llega solamente el 20 por ciento de sus conocidos a pedir que los atiendan y al invertir en los insumos y materiales para sanitizar después de atender a cada uno, les queda poco de los 70 pesos que cobran por corte.

Y aunque actualmente esperan seguir con su actividad en la estética, temen por su estabilidad financiera, debido al aumento en los casos de contagios registrados en un par de colonias de la Alcaldía Cuauhtémoc, que es donde se encuentra establecido su negocio, donde podría nuevamente darse el cierre de su giro.

la clientela escasea

Esto significaría echar mano de nueva cuenta a los ahorros que habían logrado con el objetivo de ampliar su estética y una posible mudanza para que David trabaje por su cuenta y tenga a cargo otro local, así tener ambos mayores ingresos. En este momento él tomó un trabajo temporal de encuestador para ir capoteando el temporal ocasionado por la pandemia y que no falte el pan en su hogar de la colonia Obrera.

Por eso doña Cristi espera que no se dé el retorno al confinamiento y mejor se siga cumpliendo con la sana distancia y la frecuente higiene como lo han hecho hasta ahora, porque de cerrar nuevamente, calcula que ya no podrían soportar más de mes y medio y entonces tomarían la determinación de abandonar este giro por incosteable.

el reto es no cerrar definitivamente


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Doña Cristi atiende una estética unisex y se alterna el horario con su hijo David, que tiene 2 menores en edad escolar; ellos los esperan a su regreso confiados que van a llevarles el sustento, tal como lo han hecho durante 9 años, pero actualmente a su abuela y a su padre les cuesta cada vez más cumplir con las obligaciones familiares.

Para lograrlo, han tenido que realizar adecuaciones a su local, que consisten en tener un tapete sanitizante para las suelas del calzado y que sus clientes, quienes deben acudir sin acompañante, porten cubrebocas y lleguen directamente al sillón de peluquería para ser atendidos con pulcritud y rapidez.

Tal medida la han procurado desde principios de julio, fecha en que se anunció el cambio a semáforo naranja en la Ciudad de México y sus clientas van al local a recibir sus tratamientos en fin de semana; esto les ha servido para mantener abierto, ya que el gasto que hacen las damas en su cuidado personal es de 400 a 600 pesos.

Pero indican que las cuentas ya no les salen a favor como antes, ya que llega solamente el 20 por ciento de sus conocidos a pedir que los atiendan y al invertir en los insumos y materiales para sanitizar después de atender a cada uno, les queda poco de los 70 pesos que cobran por corte.

Y aunque actualmente esperan seguir con su actividad en la estética, temen por su estabilidad financiera, debido al aumento en los casos de contagios registrados en un par de colonias de la Alcaldía Cuauhtémoc, que es donde se encuentra establecido su negocio, donde podría nuevamente darse el cierre de su giro.

la clientela escasea

Esto significaría echar mano de nueva cuenta a los ahorros que habían logrado con el objetivo de ampliar su estética y una posible mudanza para que David trabaje por su cuenta y tenga a cargo otro local, así tener ambos mayores ingresos. En este momento él tomó un trabajo temporal de encuestador para ir capoteando el temporal ocasionado por la pandemia y que no falte el pan en su hogar de la colonia Obrera.

Por eso doña Cristi espera que no se dé el retorno al confinamiento y mejor se siga cumpliendo con la sana distancia y la frecuente higiene como lo han hecho hasta ahora, porque de cerrar nuevamente, calcula que ya no podrían soportar más de mes y medio y entonces tomarían la determinación de abandonar este giro por incosteable.

el reto es no cerrar definitivamente


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast