Gabriela Torres Sánchez es una mujer policía que rompe con esquemas lejos de lo que cree mucha gente, que los policías son personas incultas y que trabajan en la corporación, porque no saben hacer otra cosa, ella cuenta con dos carreras y desea continuar con su preparación así lo revela está vigilante del orden, quien participó en el cerco de Avenida Juárez y Balderas el pasado 28 de septiembre, cuando se desató la violencia en la marcha feminista.
Gabriela Torres, sub directora del agrupamiento femenil Ateneas, durante la marcha arriba citada acudió a este cruce con la orden de evitar el avance de la marcha feminista si había actos de violencia.Debido a que desde que partió la manifestación en el Monumento a la Revolución y avanzo por Plaza de la República y luego Juárez hubo actos de destrucción, se tomó la decisión de evitar que el grupo de mujeres llegará al Zócalo capitalino, por ello es que tubo que resistir los embates de las jóvenes luchadoras sociales.
Luego de más de 12 años de carrera como policía Gabriela sostiene que ella y sus compañeras conocen los riesgos de este trabajo, pero se tiene que hacer y aunque la orden que reciben es de mantenerse firmes, como humanas que son sienten como cualquier persona los golpes e insultos.
"Finalmente, dijo, nosotras somos mujeres, pero tenemos que cumplir con nuestro trabajo como cualquier otra persona, y nos gusta estar en esta corporación.
"Con esto, Gabriela Torres resaltó que le gustaría que la lucha feminista dejara está naturaleza violenta y escalara a los argumentos en el congreso y los foros internacionales."Se busca que la mujer policía sea reconocida, con todas sus virtudes y no dejen nunca esa parte femenina", subrayó.
La también licenciada en derecho y en contabilidad, dijo al recordar aquella aciaga tarde del 28 e septiembre, que en efecto ella como oficial al mando a veces puede sentir nervios, ya que es su responsabilidad por su jerarquía, lo que le pueda ocurrir a sus compañeras
.No obstante, indicó: "Están preparadas para combatir esas agresiones, sólo utilizando el escudo y extintor por si hay fuego, sin embargo, las participantes de la marcha ven nuestro uniforme como una representación del gobierno represor y el patriarcado".
A pesar de todo, resaltó que el comportamiento de sus compañeras fue institucional y de mucho valor , pues mientras las jóvenes manifestantes, portaban martillos, mazos, bates, pintura en aerosol y bombas molotov, las mujeres que confirmaron está primera línea de la Secretaria de Seguridad Ciudadana SSC, solo se les permitió llevar su tolete y un escudo, con los que tuvieron que soportar patadas golpes con objetos contundentes, intentos de quemarlas y la sarta de malas palabras de las marchistas.
Este suceso no desanima a Gabriela, quien al platicar con La Prensa recordó que hace algunos años no imaginaba ser policía y menos alcanzar un grado de mando.
"Recuerdo que me lo recomendaron, y yo entre a la policía auxiliar en donde estuve dos años, después me transfirieron a la policía preventiva en donde he estado 12 años más, y ahora es que llevo un año en la policía metropolita.
Yo venía por dos o tres meses pero al final termine enamorada de este trabajo, en qué me he preparado y que pienso mantener mientras se pueda".
Cabe señalar que desde la marcha del 28 de septiembre se ordenó desde la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, tener un protocolo para evitar el avance de marchas violentas; por ello es que en cualquier momento pueda ocurrir otro hecho similar aunque este último hizo a la policía aprender el comportamiento de la masa humana y como protegerse de los embates, además de dar seguridad a cualquier persona que lo solicite.
Gabriela platicó que a pesar de los insultos las denostaciones y los golpes cuando fue necesario prestaron auxilio a jovencitas que resultaron lesionadas porque el principio de todo policía es el servicio público y ayudar en lo que se pueda a la ciudadanía.
La sub directora del agrupamiento femenil Gabriela, compartió que su familia no está muy de acuerdo en que ella sea policía, sobre todo luego de esa tarde del 28 de septiembre, por lo que trata de explicarles que son gajes del oficio y que ser policía de la SSC es un orgullo que siente todos aquellos que portan el uniforme.