Ciudad de México.- Miles de personas quedarían sin empleo al entrar en operación el acuerdo entre la empresa Ecoce y el Gobierno de la Ciudad de México, aseguran empleados de limpia, quienes afirman que se trata de toda una industria de la basura cuya derrama económica se extiende desde el momento en que se recogen los desechos, hasta los negocios que compran materiales reciclables.
Durante una entrevista para La Prensa, a la que acudieron representantes de las 16 alcaldías, el tema fue la separación de residuos cuya cultura es necesario impulsar en la ciudad.A través de uno de sus representantes, Jesús Arteaga Reyes, estos trabajadores de limpia de las agrupaciones “Honestidad” y “Benito Juárez” relataron que en muchos casos el único que tiene un salario es el chofer del camión de la basura, mientras que el resto de personal vive de lo que se recolecta.
Así inicia todo un mundo de actividades, puesto que este personal voluntario se encarga de separar los materiales que puedan servir para su venta y dejar la basura a un lado, con que aseguran “realizamos un trabajo a favor de la ecología.
Esto, dijeron es basura para quien la entrega a los camiones recolectores, pero adquiere un valor con el trabajo de estos voluntarios, quienes hacen una selección primera, aunque en los vertederos hay una segunda parte de recuperación.
“Muchos piensan que nos hacemos ricos, pero la verdad es que apenas sale para repartir entre todos, para sobrevivir” aseguran los trabajadores, quienes al sostener que el acuerdo Gobierno-Ecoce afectará esta cadena.
Para ilustrar el tema explicaron que un costal de pet, de esos enormes que traen los camiones, puede pesar en promedio 25 kilos, que son pagados a cuatro pesos por kilo, lo que significa un costo de 100 pesos.
El cartón se paga en los lugares de compra a peso el kilo y se juntan una o dos pacas que suman unos cien kilos, el papel blanco se paga en dos pesos el kilo y de aluminio llegan a juntar unos ocho kilos, el vidrio es pagado a unos cinco pesos el costal.
Revelan que, en promedio, un buen día pueden lograr unos 800 pesos que deben ser repartidos entre cuatro o cinco personas, más la gratificación voluntaria que los ciudadanos les dan cuando se llevan la basura.Añadieron que no hay una obligación, pero algunas personas tienen a bien darles uno o dos pesos más, que también cuentan al final y reparten entre todos, porque el único que tiene salario es el chofer.
Así se conforma todo un ejército de trabajadores en el servicio de limpia, quienes ven la complejidad en esta actividad, porque deben actuar en horarios de acuerdo a la zona, a fin de evitar el tráfico vehicular, alcanzar a la ciudadanía que debe salir a trabajar, llegar a tiempo a comercios que no desean tener cerca al camión de basura y, por supuesto, lidiar con ciudadanos que se niegan a hacer una separación de sus desechos, además de zonas donde deben hacer su trabajo en la madrugada para evitar lo que llaman, contaminación visual con sus unidades.
Resaltaron que el mundo de la basura constituye toda una cadena que se extiende a pequeños locales que comprar materiales reciclables, chachareros en los tianguis, que comprar todo aquello que aún puede servir, tales como: herramientas viejas, muebles, ropa, zapatos, libros, discos, contenedores de productos, y un sin fin de objetos que a otros pueden servir.
En este proceso miles familias en la ciudad viven de la basura, aseguran y al entrar en vigor este acuerdo de la ciudad muchos quedarían sin trabajo, aseguraron.
ADM