/ jueves 29 de octubre de 2020

Lucha contra los embates del Covid-19 y la burocracia de la alcaldía Cuauhtémoc

La vendedora de jugos que estaba en Cozumel y Colima, colonia Roma, pide recuperar su fuente de ingresos.

Para Verónica la pandemia de Coronavirus fue un duro golpe a su economía, cuando el confinamiento redujo los clientes a su puesto de juegos, pero eso no fue todo, ahora lucha contra el burocratismo de la alcaldía Cuauhtémoc, autoridades que entregaron la titularidad del sitio donde trabajaba a otra persona, su puesto fue levantado y ahora no tiene trabajo y tampoco le explican dónde está su estanquillo.

La vida de Verónica no ha sido fácil, pero con trabajo y ganas de sobrevivir ha logrado sacar adelante a su esposo, cuya discapacidad derivada de un accidente le impide trabajar, y para que sus hijos y nietos no se queden sin comer.

Fue ella quien reveló a La Prensa, que llegó a trabajar con su esposo Carlos y dos hijos al puesto de jugos en la esquina de Cozumel y Colima, colonia Roma norte, en 2003.

Era el estanquillo de un invidente que por su incapacidad visual rentaba dicho puesto, así que con un traspaso de renta Carlos, Verónica e hijos hallaron una manera de subsistir.

Todo era felicidad, hasta que en 2007 Carlos es arrollado por un vehículo, lo que le deja en estado vegetativo, afirma Verónica.

El traumatismo craneoencefálico entre otras lesiones dejó serias secuelas en Carlos, que despertó del coma; pero a pesar de la mejoría ya no pudo trabajar

Esto hizo que Verónica quedara como cabeza de la familia y se hiciera cargo de sacarlos adelante, con la venta de juegos en este puesto.

En 2012 se enteró que había fallecido el dueño original del puesto, beneficiario del espacio a través de la Asociación de Invidentes del Distrito Federal A.C., aunque la esposa fue la que continuó como beneficiaria y le continuó rentando el puesto.

Para mantener el espacio y con esto el estanquillo, Verónica asegura que pagó permisos y la respectiva renta, mientras el flujo de clientes se mantenía, además que logró un fuerte vínculo con vecinos, quienes le apoyaron durante la convalecencia de su esposo y su estancia en el puesto.

Fue hasta este año, cuando la pandemia de Covid-19 le hizo perder clientes y con ello dejó de pagar dos semanas, lo que le ocasionó un llamado a la alcaldía Cuauhtémoc para revisar su permiso para trabajar.

Además, la citó la beneficiaria del lugar (ahora nieta del dueño original del puesto) quien le pidió sacar sus cosas porque ya no le rentaría.

La cita en la alcaldía dice, era con el jefe de la Unidad de Departamento de Metálicos, de la demarcación Cuauhtémoc, Marco Ortiz, para el 18 de octubre y el 22 para arreglar lo de la renta con la hija de la dueña, pero no se arregló nada, porque el día 22 su puesto fue levantado.

Cuando pidió una explicación en la alcaldía, se le dijo que el puesto fue entregado a la señora Sara (quien ahora cobraba la renta), porque su mamá estaba enferma y había necesidad de comprar sus medicamentos, aunque, indica, la señora había fallecido meses antes.

Hoy por causas que desconoce, una persona distinta a los que han negociado la renta con ella que es el titular, por lo que pide, no solo recuperar el espacio de venta sino su puesto, que nadie sabe a dónde fue a parar.

Resaltó que en algún momento se le pidió cambiar el puesto metálico por uno de acero inoxidable, lo que le costó 40 mil pesos; y aunque se le reconoce esta compra ahora ha perdido todo.

Al respecto, algunos vecinos han cerrado filas para que ella regrese a vender en ese puesto, mientras la alcaldía la citó este 29 de octubre.

Cabe señalar que, ante la pérdida de su estanquillo, la señora Verónica ha interpuesto una denuncia en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde se abrió la carpeta de investigación CI-FICUH/Cuh-7/UI-1 S/D/00958/10-2020 en contra de un funcionario de la alcaldía de Cuauhtémoc y quien resulte responsable

Foto: Especial

Para Verónica la pandemia de Coronavirus fue un duro golpe a su economía, cuando el confinamiento redujo los clientes a su puesto de juegos, pero eso no fue todo, ahora lucha contra el burocratismo de la alcaldía Cuauhtémoc, autoridades que entregaron la titularidad del sitio donde trabajaba a otra persona, su puesto fue levantado y ahora no tiene trabajo y tampoco le explican dónde está su estanquillo.

La vida de Verónica no ha sido fácil, pero con trabajo y ganas de sobrevivir ha logrado sacar adelante a su esposo, cuya discapacidad derivada de un accidente le impide trabajar, y para que sus hijos y nietos no se queden sin comer.

Fue ella quien reveló a La Prensa, que llegó a trabajar con su esposo Carlos y dos hijos al puesto de jugos en la esquina de Cozumel y Colima, colonia Roma norte, en 2003.

Era el estanquillo de un invidente que por su incapacidad visual rentaba dicho puesto, así que con un traspaso de renta Carlos, Verónica e hijos hallaron una manera de subsistir.

Todo era felicidad, hasta que en 2007 Carlos es arrollado por un vehículo, lo que le deja en estado vegetativo, afirma Verónica.

El traumatismo craneoencefálico entre otras lesiones dejó serias secuelas en Carlos, que despertó del coma; pero a pesar de la mejoría ya no pudo trabajar

Esto hizo que Verónica quedara como cabeza de la familia y se hiciera cargo de sacarlos adelante, con la venta de juegos en este puesto.

En 2012 se enteró que había fallecido el dueño original del puesto, beneficiario del espacio a través de la Asociación de Invidentes del Distrito Federal A.C., aunque la esposa fue la que continuó como beneficiaria y le continuó rentando el puesto.

Para mantener el espacio y con esto el estanquillo, Verónica asegura que pagó permisos y la respectiva renta, mientras el flujo de clientes se mantenía, además que logró un fuerte vínculo con vecinos, quienes le apoyaron durante la convalecencia de su esposo y su estancia en el puesto.

Fue hasta este año, cuando la pandemia de Covid-19 le hizo perder clientes y con ello dejó de pagar dos semanas, lo que le ocasionó un llamado a la alcaldía Cuauhtémoc para revisar su permiso para trabajar.

Además, la citó la beneficiaria del lugar (ahora nieta del dueño original del puesto) quien le pidió sacar sus cosas porque ya no le rentaría.

La cita en la alcaldía dice, era con el jefe de la Unidad de Departamento de Metálicos, de la demarcación Cuauhtémoc, Marco Ortiz, para el 18 de octubre y el 22 para arreglar lo de la renta con la hija de la dueña, pero no se arregló nada, porque el día 22 su puesto fue levantado.

Cuando pidió una explicación en la alcaldía, se le dijo que el puesto fue entregado a la señora Sara (quien ahora cobraba la renta), porque su mamá estaba enferma y había necesidad de comprar sus medicamentos, aunque, indica, la señora había fallecido meses antes.

Hoy por causas que desconoce, una persona distinta a los que han negociado la renta con ella que es el titular, por lo que pide, no solo recuperar el espacio de venta sino su puesto, que nadie sabe a dónde fue a parar.

Resaltó que en algún momento se le pidió cambiar el puesto metálico por uno de acero inoxidable, lo que le costó 40 mil pesos; y aunque se le reconoce esta compra ahora ha perdido todo.

Al respecto, algunos vecinos han cerrado filas para que ella regrese a vender en ese puesto, mientras la alcaldía la citó este 29 de octubre.

Cabe señalar que, ante la pérdida de su estanquillo, la señora Verónica ha interpuesto una denuncia en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde se abrió la carpeta de investigación CI-FICUH/Cuh-7/UI-1 S/D/00958/10-2020 en contra de un funcionario de la alcaldía de Cuauhtémoc y quien resulte responsable

Foto: Especial

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