Al inicio de la cuaresma, este miércoles de ceniza, muchos mexicanos acostumbraban a comer pescados y mariscos; sin embargo, la actual crisis económica, originada por la pandemia del Covid-19, ha provocado que menos personas los consuman, por lo tanto, las ventas son muy bajas, de menos del 50%, en comparación de años anteriores.

Si bien, los comerciantes están listos para ofrecer los productos del mar que tanto le gustan a los mexicanos, el panorama es poco halagüeño.

Pese a ello, no se le quita el gusto y a todo pulmón gritan a los posibles compradores: “pásele, pásele, hay tilapia, robalo, camarón, huachinango, mojarra, pulpo, calamar, filete de pescado, fresco”… del mar a su paladar.

En un recorrido que realizó LA PRENSA por el mercado de San Mercado de San Juan, los comerciantes tristes informaron que hay muy pocas ventas, “viene poca gente, pese a que los precios se mantienen como en años anteriores”.

Diego Edgar Villeda, del local 84 de ese mercado ubicado en Ernesto Pugibet 21, platicó a este diario el panorama desolador, “la gente ni siquiera viene por los pescados más baratos como son la tilapia, mojarra, cazón. Hay poca afluencia de personas. Ello desde hace dos años, pero la situación empeoró con la pandemia".

Los jóvenes Edmundo y Erick Villeda, del local 85, señalaron también sobre esa triste realidad que pasan los comerciantes de pescados y mariscos. “Desde hace dos años nuestras ventas se vinieron en picada, aunque este último por la pandemia ha sido peor”.

“Nosotros vendemos pescados y mariscos nacionales que vienen de las playas de Veracruz, Sinaloa, Guerrero, Yucatán, Baja California Sur, Tampico y del extranjero como España, Chile, Noruega, hasta el camarón tigre de África… de todo ello se vende una mínima parte”.

“Bueno con decirle que ni los pescados más baratos salen. Y aunque todos sabemos que el pescado es muy nutritivo, no hay ventas. Vea el mercado está semivacío, inclusive algunos puestos han tenido que cerrar”.

La familia Villeda invitó a los capitalinos a visitar el Mercado de San Juan, en el Centro, para adquirir los productos de primera calidad y precios accesibles, para poder mover la economía de la capital.

En esta temporada de pandemia, donde todos tenemos que cuidar nuestra alimentación, “comer pescado es bueno para la salud, “ojalá en cambie el semáforo a verde y más gente pueda salir para adquirir estos alimentos.

En otros años, al inicio de la cuaresma registraban buenas ventas, pero desde hace dos años, venden poco, recalcaron los integrantes de la familia Villeda.

Rey Medina platicó con tristeza que tuvo que cerrar un puesto porque no se paran ni las moscas, hay variedad de pescados y mariscos, pero pocos compradores y poco dinero. “Lo cerré porque no saco ni la inversión y se echa a perder el pescado”.

“Se vende poco camarón, pulmón…la gente busca lo más económico, como el cazón, la sierra, huachinango, robalo. Un kilo de mojarra se compra entre 100 y 80 pesos y la rallada cuesta 120 pesos el kilo, precios accesibles para el público”, citó.

Y si la gente quiere comer algo más caro y nutritivo, está el salmón, que tienen un precio de 380 pesos por kilo, “esté (señala su producto) es de origen chileno, ya que el que viene de Noruega o de Canadá es mucho más caro y casi nadie lo compra”.

Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que durante los días de la Cuaresma el mercado de la Nueva Viga, ubicada en el oriente de la Ciudad de México, es la central de abasto de pescado más visitada por los consumidores, además de ser la más grande de Latinoamérica con alrededor de 450 locales.