Como a partir de mañana será un delito las terapias de conversión, colectivos de la diversidad sexual y gays externaron su beneplácito por la aprobación de esa ley en el Congreso Local, así como por las sanciones que se establecen para quienes las impartan o a quien obligue a algún tercero a recibirlas.
Dijeron que era una aberración las llamadas terapias de conversión, pues no hay nada que curar. Cualquier esfuerzo por cambiar la orientación sexual o identidad de género (ECOSIG) es injusto e inhumano.
El pasado 24 de julio, con 49 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones fue aprobada la reforma al código penal de la Ciudad de México para prohibir y sancionar los #ECOSIG o #terapiasdeconversión.
El pleno del Congreso capitalino avaló el dictamen presentado por las Comisiones Unidas de Administración y Procuración de Justicia y de Derechos Humanos.
Este jueves 30 de julio, la Gaceta Oficial publicó el Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones del Código Penal del Distrito Federal, con relación a los “Delitos contra el libre desarrollo de la personalidad y la Identidad Sexual”.
Con esta ley, a quien imparta u obligue a otro a recibir una terapia de conversión se le impondrán de 2 a 5 años de prisión y de 50 a 100 horas de trabajo en favor de la comunidad. Este delito se perseguirá por querella.
Integrantes de la comunidad gay de la ciudad de México comentaron que si hay que festejar y nada que curar.
Dijeron que con la reforma al Código penal para imponer sanciones a quienes impartan las terapias de conversión u obliguen a algún tercero a recibirlas.
En su cuenta de twitter Horacio Franco Bravo comentó que “se debería tratar de educar a aquellos que quieren vulnerar el derecho a ser, o a aquellos que cargan aún con la horrenda lápida que les representa la siniestra represión culpígena religiosa que carga aún tanta gente”.
Las #TerapiasDeConversion causan severo dolor y sufrimiento a las personas #LGBTI, citan en las redes sociales.
Se entiende por terapias de conversión a aquellas prácticas consistentes en sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos que tengan por objeto anular, obstaculizar, modificar o menoscabar la expresión o identidad de género, así como la orientación sexual de la persona, en las que se emplea violencia física, moral o psicoemocional, mediante tratos crueles, inhumanos o degradantes que atenten contra la dignidad humana.