La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, reconoció que el canje de armas ha contribuido a reducir en más de 30 por ciento la incidencia de delitos de alto impacto en la Ciudad de México.
Atribuyó este logro a que tan sólo en Iztapalapa se han retirado 771 armas de fuego, entre armas cortas, largas y granadas, así como más de 451 mil cartuchos de diversos calibres.
Al poner en marcha marcha la treceava etapa del programa Sí al desarme, Sí a la paz, en el pueblo de Santa Cruz Meyehualco, llamó a los habitantes a deshacerse de todos los artefactos que ponen en peligro la vida de la gente.
Detalló que las 771 armas de fuego –cortas, largas y diversos tipos de granadas– equivalen al 19.15 por ciento de las 4 mil 26 que se han canjeado en toda la Ciudad de México durante este año, es decir, el canje de prácticamente una de cada cinco armas por dinero que se realiza en la capital del país.
En cuanto a los cartuchos de diferentes calibres que se han cambiado por recursos económicos, en toda la ciudad se han retirado 856 mil 105, pero sólo en Iztapalapa se han entregado 451 mil 523, que representan 52.74 por ciento del total.
Esta vez y durante dos semanas, el módulo de canje de armas estará ubicado en la parroquia del Señor de la Santa Cruz, ubicada en la calle Cuauhtémoc esquina con Francisco I. Madero, pueblo de Santa Cruz Meyehualco, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas.
Convocó a los habitantes de Santa Cruz Meyehualco, de las colonias aledañas y de toda la demarcación a aprovechar esta oportunidad de eliminar las armas de la casa y evitar los peligros que éstas representan para las familias.
También exhortó a la población a celebrar de manera pacífica las fiestas patronales de los pueblos originarios, de los barrios y de la colonia. “No puede ser un pretexto la fiesta para echar balazos y consumir alcohol en una situación bastante delicada que se vive".
Dejó en claro que: "Parece que las fiestas se hacen para lograr la violencia y no para fortalecer la convivencia y recuperar las tradiciones”. Recordó que mucha gente ya no acude a las fiestas por temor.