La Secretaría de Administración y Finanzas del gobierno de la Ciudad de México difundió que con la aprobación del Código Fiscal para el 2020 por parte del Congreso local, se cumple con la promesa de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, de apoyar a la economía familiar y el patrimonio de los ciudadanos, ante el hecho de que no habrá́ incrementos en términos reales de las principales contribuciones recaudatorias como el impuesto predial, nómina y los derechos por el suministro de agua.
El objetivo que tiene la administración es acabar de raíz con la desigualdad y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, a través de la aplicación del gasto público con responsabilidad y transparencia, por lo que se hará más con menos.
Asimismo, la dependencia a cargo de Luz Elena González Escobar, luego de que se avalara el documento por parte de los diputados de la capital del país, notificó que los ingresos propios representarán 46.7% de los ingresos totales.
Se considera que habrá para el próximo año mayor recaudación estimada por los impuestos sobre Nóminas y Predial cuyo aporte es del 36 % de la recaudación local; crecerán 10% y 4%, respectivamente, sin aumentar sus tasas.
Las estimaciones oficiales es que habrá un ligero incremento de las participaciones federales que recibirá́ la ciudad en 2020, 2% más que en 2019.
Con lo avalado por el Congreso de la Ciudad de México, por primera vez se implementará una política de coordinación fiscal metropolitana, con la que se busca afrontar la evasión y elusión fiscal.
Además, se quiere fortalecer la regulación de ciertos sectores a través de instrumentos fiscales, con un gobierno local que está comprometido a “apretará el cinturón” para no afectar el bolsillo de la gente.
Según la Secretaría de Administración y Finanzas, la austeridad no es dejar de gastar, sino de hacer más con menos.
El presupuesto está alineado con los ejes del Programa de Gobierno de la Ciudad 2019-2024 y las prioridades de los ciudadanos: educación, movilidad, salud y agua, infraestructura física y social, seguridad y medio ambiente, la cultura, ciencia e innovación; además, imprime una visión a largo plazo que coloca al gasto público como un instrumento de planeación que dará́ continuidad a las políticas públicas.
Según lo estipulado en el Código Fiscal, se sientan las bases para transitar hacia un Nuevo Modelo de Gestión Tributaria menos litigioso, más expedito, próximo y amable con el contribuyente, para dejar atrás una visión sancionadora que implica procesos jurídicos largos y poco eficientes.
La administración mantendrá una política de apoyo fiscal constante a los sectores más vulnerables de la población, a través de programas de reducción de contribuciones y beneficios por pago anticipado, como el Programa de Huella de Voz.
El objetivo de que los ingresos no decaigan, sino que se sostengan y permitan mantener el ritmo de la transformación, de inversión y gasto, para el bienestar de los ciudadanos gracias al esfuerzo recaudatorio local, se mantiene en la Ley de Ingresos de la Ciudad de México en el 2020.
Para la dependencia citadina es importante la solicitud de un techo de endeudamiento de 4 mil millones de pesos, para infraestructura y desarrollo, no como mecanismo compensatorio de las finanzas públicas.
Mientras que los presupuestos de las alcaldías conservan su mismo peso respecto del presupuesto total. Los recursos se asignan de forma transparente mediante una fórmula que responde a las atribuciones que tienen por ley que cumplir y a sus características y necesidades.
EGS