La empresa de limpieza Ecotec, que presta servicio al STC metro, de nueva cuenta deja sin salario a un adulto mayor y cuando pide una explicación es enviado de una oficina a otra, sin obtener respuesta.
Esta no es la primera vez que los trabajadores de limpieza hacen un llamado a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum y la directora del Metro, Florencia Serranía, por las irregularidades de esta empresa y los abusos en contra de personal, principalmente adulto mayores.
Así lo indicó el señor Carlos Naranjo Jiménez, asignado a la línea 3, con el folio de credencial 239, a quien solo le pagaron 800 pesos en la quincena del 5 al 20 de junio y para la del 20 de junio al 5 de julio únicamente 400 pesos, sin importar que tiene su domicilio en Coacalco y que gasta 450 pesos, sólo de pasaje, además que su salario debería ser de 1530 pesos, como le prometieron desde que llegó.
Él estaba en Indios Verdes, pero al reclamar que un tal Alberto, con quien debía firmar para tener línea asignada, le quisiera cobrar entre 50 y 100 pesos quincenales para no tener problemas, decidió ser cambiado a la estación Hidalgo, aunque ahora le fue retenido el salario.
Ante el temor de ser despedido, y ser esta su fuente de ingresos tardó en decidirse por presentar esta denuncia pública, dado que vive solo, padece diabetes y tiene problemas en un ojo y a esto se suma que no tiene dinero, porque Ecotec no le pagó.
Don Carlos, es un hombre que siempre ha trabajado, no tiene vicios y cumple con su trabajo, aunque su historia va más allá de los andenes del metro. Así lo conversó con La Prensa, donde relató que hace cuatro años murió su esposa, y debido a que su familia está en Veracruz, él se las arregla solo en esta metrópoli.
Cada día se levanta temprano, si tiene comida o dinero se prepara algo para el transcurso del día, toma café cuando hay gas, y va en transporte al trabajo, hasta donde paga 20 pesos.
Pero no siempre hay suerte, como ahora que lleva algunos meses sin gas, porque no ha tenido dinero, así que come tortas, tacos, lo que puede pagar, aunque no olvida el buen corazón de algunas vecinas que al verlo desamparado y solo le regalan algo de comida y su amistad, a la que corresponde con amabilidad.
Este gasto de pasaje le significa 450 pesos a la quincena, por ello es que únicamente le quedan diez pesos al día para comer y a veces lo gasta en un refresco y es lo único que se lleva a la boca.
Su esperanza es que la quincena llegue completa o a tiempo, lo mismo que decenas de trabajadores, para quienes el hambre es más dura que el temor y se atreven a denunciar a esta empresa Ecotec, que da servicio de limpieza al metro y que constantemente viola los derechos laborales y humanos de estos trabajadores.
Casi con lágrimas en los ojos detalla que casi ha perdido el ojo izquierdo, a veces su diabetes se agrava, pero cree estar mejor que otras personas que apenas pueden moverse y además quiere trabajar, para ser útil a la sociedad.
Estas necesidades lo mantienen cada día recorriendo los andenes del metro, antes lo hacía en Indios Verdes, pero ante los acosos del tal Alberto (que es quien asigna los roles de trabajo y por ellos deben pagarle de 50 a 100 pesos quincenales) y ante su negativa de pagar fue enviado los fines de semana a la estación Hidalgo.
Ahora ya fue asignado a esta estación y las cosas empezaban a funcionar, pero dejó de llegar su dinero y sólo le dicen que es cosa de administración, que hable con Perla y ella que no, que fue culpa de Alberto, sin que alguien le explique por qué si ya trabajo no le pagaron completo.
Así pasan los días para este hombre que ya no ve llegar el día que pueda vivir tranquilo, con gente “que no abuse de nosotros, porque somos viejos y pobres”, dice.