Anualmente, 100 mil personas de bajos recursos son desplazadas de la Ciudad de México al no poder comprar una vivienda o costear una renta, según el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva local (IPDP).
“De las 100 mil personas que se van, 20 mil se van al suelo de conservación, porque no se han incluido en las políticas de vivienda”, explicó Federico Taboada, encargado del despacho de esa dependencia.
El suelo de conservación abarca el 59 por ciento del territorio capitalino y es rico en recursos naturales, pero ocuparlo implica un impacto ambiental para el entorno y la creación de asentamientos irregulares sin servicios básicos como acceso al agua.
En enero, por ejemplo, el gobierno capitalino realizó un operativo para desalojar 296 hectáreas de suelo de conservación en el ejido de San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, donde fueron demolidas alrededor de 50 viviendas.
De acuerdo con el funcionario, en el último año sólo se construyeron cerca de seis mil viviendas, la mayoría de ellas con hipotecas inmobiliarias de 30 a 40 años.
“La vivienda que hoy se construye sólo puede ser pagada por el tres por ciento de la población, que es el más rico. Mensualmente las hipotecas están en los 40 mil pesos, son impagables para el resto de la población”, detalló en el foro “Reinventando las ciudades a través de la proximidad feliz”.
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El IPDP también detectó, a través de un diagnóstico, que en toda la ciudad existen cerca de 200 mil viviendas abandonadas, tratándose, en su mayoría, de inmuebles intestados, sin dueño o propiedad del gobierno, las cuales podrían servir para construir vivienda social y evitar el desplazamiento o la gentrificación acentuada en ciertas partes de la ciudad.
El 30 por ciento de estos inmuebles se ubica principalmente en el Centro Histórico y en las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, y Gustavo A. Madero.
“Lo ideal sería comenzar a habitar el Centro Histórico. No hay aún un programa que lo contemple, pero ya detectamos que es necesario habilitarlo nuevamente. Hay casas intestadas, otras que el único dueño ya murió y muchas más que son del gobierno y no se les ha dado un uso”, puntualizó.
Además del uso de las viviendas abandonadas, Taboada puntualizó que es necesario una actualización de la Ley de Ordenamiento Territorial de la CdMx, pues la mayoría de alcaldías otorgan permisos para la construcción de hogares que no rebasen los dos o tres niveles.
“Se necesita un desenfoque del suelo y que se use de forma justa. La Ciudad de México tiene dos niveles de altura. La densidad es muy bajita. Hay zonas de la ciudad que tienen accesos a todos los servicios y que se podrían habitar más”, refirió el funcionario.
El reglamento de construcciones para la CdMx, actualizado en 2021, plantea que las construcciones de tipo A, que son tipo vivienda unifamiliar, tienen permitidos dos pisos de construcción con una altura máxima de 5.5 metros.
“Las viviendas deben contar con la dotación de servicios y condiciones básicas de habitabilidad, seguridad e higiene que señala este Reglamento, el porcentaje del área libre, el número de cajones de estacionamiento y cumplir en general lo establecido en los Programas de Desarrollo Urbano”, explica el documento.
Taboada detalló que es necesario redensificar la ciudad para que más personas estén cerca de todos los servicios y la CdMx deje de ser “aquella que en la mañana inhala personas, y en la noche expulsa personas”, ya que la mayoría de personas en la ciudad, sólo trabajan en ella, sin tener las posibilidades de habitarla debido a los altos precios en la vivienda.
Utopías, nuevo ordenamiento
Carlos Moreno, urbanista internacional e invitado del foro, explicó que la apropiación de los espacios públicos, pueden mejorar la vida en las ciudades y acercar los servicios
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Moreno, creador del concepto “La ciudad de los 15 minutos”, en donde explica que la calidad de vida de las personas se mide a través del tiempo que ocupa para acceder a necesidades básicas como la escuela, el trabajo, el mercado y zonas verdes y parques, puntualizó que las utopías que planea construir por toda la capital del país, de la jefa de gobierno electa, Clara Brugada, pueden mejorar la vida de los habitantes de la CdMx.
“Las utopías que Clara Brugada desarrolló en Iztapalapa, comparten esta noción de un nuevo reordenamiento territorial descentralizado con servicios integrales y transversales, y con esta distribución geográfica que permite a la gente acercarlos aún más a sus barrios, y tener posibilidades de mejorar su calidad de vida integral”, puntualizó Moreno.
