El coordinador general de la Central de Abasto (CEDA), Héctor Ulises García Nieto, aseguró que recibió quebrado el lugar que administra, con 20 mil pesos en caja, en tanto que la distribución de alimentos se garantizará en la Ciudad de México en el tiempo que dure la pandemia por el Covid-19.
Difundió que se efectúan trabajos permanentes de limpieza y de sanitización en pasillos y patios de maniobra para garantizar la funcionalidad, las ventas y la salud de miles de personas que acuden, con el apoyo de alrededor de 400 promotores del área de salubridad.
Además, informó que se han invertido mil 700 millones de pesos en la reparación de 22 kilómetros de red de drenaje, para evitar inundaciones en temporada de lluvia; los trabajos de mantenimiento incluyen la repavimentación de patios de maniobra y la instalación de cámaras con tecnología de reconocimiento facial y de matrículas de vehículos automotores, que han permitido disminuir la incidencia delictiva.
García Nieto se reunió con integrantes de la Comisión de Administración Pública Local del Congreso de la Ciudad de México, a quienes dijo que pese al accidente del pasado 21 de marzo provocado por las intensas lluvias que afectó a ocho naves, en una extensión de 19 mil 447 metros cuadrados, la CEDA no ha dejado de trabajar y garantiza el alimento que llega a las mesas de las familias de la metrópoli y área conurbada, antes y durante la pandemia por coronavirus.
Recordó que al día siguiente se reubicó en carpas a los vendedores afectados, incluso se han realizado romerías de flores y hortalizas para apoyarlos, además de sostener reuniones permanentes para ofrecer respuestas a sus diferentes peticiones.
Expuso que se mantienen negociaciones con Seguros Azteca para poder reconstruir el mercado de flores y hortalizas, compañía aseguradora a la que la autoridad solicita un pago por pérdida total, debido a que más del 50 por ciento de la techumbre se desplomó a causa de una granizada en ese día.
Abundó que se trata de una construcción integral, con poco mantenimiento y los dictámenes señalan que no da para más, que tiene 25 años de antigüedad y que ha cumplido su vida útil, a la vez que recordó que, por la intensa lluvia, cayeron columnas y trabes de acero, así como techos y, se requirió mes y medio para el retiro de toneladas de escombros, con el apoyo de 600 vehículos pesados.
A los diputados de la instancia legislativa que preside Guadalupe Chavira de la Rosa, comentó que en el área del siniestro, se comercializaban zanahoria, col, coliflor, nopal, lechuga, elote y flores, al tiempo que indicó que resultaron afectados alrededor de mil 300 puntos de venta de los tres mil 329 permisionarios del mercado.
Notificó que la operación de ese espacio se mantiene mediante el pago de cuotas de uso de piso, que son de 18.33 pesos mensuales por metro cuadrado, más 4.92 pesos mensuales por el seguro, pero el 80 por ciento de los permisionarios se encuentra en situación de incumplimiento.
Informó que está por iniciar operaciones una planta de biodiesel que producirá mil 700 litros de combustible para el parque vehicular de la Central de Abasto y el excedente se venderá a particulares, así como un biodigestor, para contribuir al cuidado del medio ambiente.
Comunicó que se instaló un centro de acopio que recibe la merma de las bodegas, que son los productos retirados para dar paso a aquellos recién llegados y, ese itacate se envía a cinco comedores comunitarios.