La encuesta Condiciones de la vivienda y su impacto en el bienestar de las familias mexicanas realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México como parte de un proyecto de investigación de la docente de Psicología, Elisa Ester Ortiz Cruz, explora la posible relación entre las condiciones del hogar, cómo percibe el encuestado su vivienda y el estado de ánimo y el estrés.
¿Son las condiciones de los hogares mexicanos las adecuadas para el bienestar de quienes las habitan? ¿Estamos relajados o estresados en nuestro hogar? ¿Qué características tiene nuestra vivienda y cómo impactan en nuestro estado de ánimo? En términos generales, 77% de los mexicanos considera que su hogar es seguro, 14% lo percibe inseguro; 48% silencioso, 37% ruidoso; 61% amplio, 29% estrecho; 77% relajante y 13% estresante.
Al preguntarle a los encuestados por algunas de las situaciones estresantes que pudieron haber experimentado en el último mes, casi una cuarta parte notó con regularidad que se altera con facilidad, 28% indicó que muchas veces o siempre se molestaba si era interrumpido mientras realizaba sus actividades; 23% muchas veces o siempre sintió que estaba muy irritable; 21% muchas veces o siempre sintió nerviosismo y 30% siempre o muchas veces tuvo dificultad para relajarse.
¿Hay alguna influencia entre las situaciones estresantes que enfrentan los encuestados y las condiciones de su vivienda y la forma en que la perciben? Entre quienes indicaron que suelen reaccionar exageradamente en determinadas circunstancias, 21% dijo que su dormitorio es muy o algo incómodo, 33% evalúa poco hogareña su casa y; 8% siente que su casa es muy o algo estresante. De quienes dicen que su hogar es incómodo 55% dice que se siente muy nervioso muchas veces, mientras que 31% siempre siente nerviosismo.
Entre quienes sienten que su casa es insegura, 42% se ha sentido nervioso muchas veces y 23% siempre. Del grupo que no percibe su casa hogareña, 50% muchas veces y 40% siempre se siente nervioso y; quienes dicen que su casa es estresante, 68% muchas veces se sintió nervioso y 34% se sintió así siempre. 52% de quienes creen que su casa es algo o muy estresante, reporta que muchas veces tiene dificultadas para dormir y 38% siempre los tiene.
Otras manifestaciones de las situaciones que merman el bienestar en la salud mental de una persona, son aquellas relacionadas con la calidad de sueño. Por ejemplo, 38% siempre o muchas veces antes de dormir piensa en sus problemas. Si bien, los especialistas recomiendan tener una rutina con respecto al horario, este presenta mayor constancia para levantarse a la misma hora (69%), mientras que 43% indicó que siempre o muchas veces se desvela.
Además de estas complicaciones, 26% siempre o muchas veces tiene dificultades para conciliar el sueño y 24% se despierta constantemente por las noches. Ante esta descripción, no es extraño que 47% pocas veces o nunca se sienta descansado por la mañana y 33% se siente somnoliento durante el día.
Experimentar estas alteraciones en el estado de ánimo mencionadas previamente, como estar irritable o molestarse si interrumpen las actividades, también sucede con mayor frecuencia cuando se incrementa el número de habitantes en la vivienda. Por ejemplo, la convivencia en un hogar puede tornarse más compleja en la medida que más personas estén en el hogar, y podría ser más ríspida si no hay espacio suficiente para cada uno de ellos. En este sentido, 47% estima que su vivienda brinda lugar adecuado para los miembros que la habitan, aunque 24% indicó que el espacio es insuficiente.
Que las casas tengan espacio suficiente para quienes la habitan podría ser una complicación si en esa estructura vive más de una familia. En la encuesta se encontró que en promedio vive 1.5 familias en el mismo inmueble; lo cual también nos deja entrever una situación de vivienda en el país nada sencilla. Por ejemplo, en el grupo de 25 a 34 años, 54% vive en casa de los padres y en 9% de los casos la vivienda pertenece a los abuelos; 23% de personas entre 35 a 44 años vive en casa propiedad de los padres; en el caso de 45 a 54 años este porcentaje es 20%. Al respecto, 80% de los participantes coinciden que en México recurrentemente las personas se quedan a vivir en casa de los padres o propiedad de los abuelos.
Y es que hacerse de una casa no se percibe como un objetivo fácil de lograr. Primeramente, 74% considera que México no ofrece condiciones para que cualquier persona pueda adquirir una vivienda (26% sí lo cree), pese a ello, 50% concuerda que en los últimos años el gobierno ha impulsado iniciativas para adquirir una casa. Sobre las condiciones de esta, 38% piensa que la calidad de la vivienda en México es mala o muy mala. Está opinión empeora al referirse a la de interés social, donde únicamente 9% considera que es de excelente calidad.
Otras características mencionadas para ese tipo de construcciones son créditos elevados (59%); 37% la considera de costo accesible; 35% piensa que cumplen con las necesidades que tiene una familia; 23% percibe que son viviendas legalmente reguladas y únicamente 16% cree que este tipo de viviendas están bien ubicadas. De la oferta privada, 62% la percibe con créditos elevados; 44% piensa que cumplen con las necesidades de la familia; 42% espaciosa; 38% con buenas ubicaciones; 33% de excelente calidad y; 16% indica que tiene un costo accesible.
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