Durante la sesión ordinaria del Poder Legislativo de la capital del país, se presentó una iniciativa al Congreso de la Unión, dirigida a erradicar todo tipo de crueldad animal.
El documento tiene el propósito de derogar y reformar todas aquellas disposiciones de la Ley General de Vida Silvestre relativas a la caza deportiva de animales, actividad que no está penalizada y se permite mediante una regulación en dicha legislación.
Al fundamentar la iniciativa que promueve, el integrante de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Nazario Norberto Sánchez, aclaró que la caza es una crueldad más de esparcimiento, porque muchos de los animales que son heridos se arrastran horas o días enteros y agonizan con el cuerpo destrozado.
“Resulta claro que la caza de animales es una acción del todo cruel, pues muchos de los animales que son heridos se arrastran horas o días enteros con el cuerpo destrozado, las vísceras colgando o los huesos rotos a través de los bosques huyendo de los cazadores, o también otros animales en especial las aves silvestres, son alcanzadas por el plomo de las armas, pero no mueren al momento, sino que agonizan y sufren por bastante tiempo”, declaró al hacer su exposición desde la tribuna del recinto de Donceles y Allende.
El diputado morenista hizo notar que los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Zacatecas, son líderes en turismo cinegético y pesca deportiva en el país, al representar uno por ciento del total de la industria turística.
Dijo que existen 12 mil 503 zonas autorizadas para su desarrollo y, cada año crece un 8.8 por ciento, al ser del gusto de empresarios y políticos principalmente. Asimismo, existe el registro de cerca de 750 clubes de cacería en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Sostuvo que hay varias consecuencias lamentables por la cacería, porque además del sentimiento de amenaza de los animales por la presencia del ser humano, la calidad del suelo se empobrece, los nutrientes son más escasos, empeora la polinización, además de generar extinción, agravar la calidad del agua y aumentar el brote de distintas enfermedades y plagas.
“Como es evidente, la caza de animales no es una actividad de conservación sino de afectación al ecosistema, aún y cuando se tomen las medidas para tratar de evitarlo”, declaró.
Norberto Sánchez definió que las supuestas trampas de “atrape sin heridas” tampoco son una alternativa, porque los animales capturados entran en pánico en el instante que se cierra la caja con un fuerte ruido, por lo que se mueven violentamente y se hieren a menudo.
Enumeró que entre las causas que justifican esta modificación legal, es que el Estado tiene la obligación de garantizar a la fauna protección, bienestar y respeto para su libre desarrollo; evitar el maltrato, la crueldad, el sufrimiento, las lesiones y enfermedades que el ser humano pueda llegar a ocasionarles.
Insistió que la extinción de las especies de animales ocurre por la destrucción de su hábitat, deforestaciones masivas de bosques, construcción de carreteras, urbanización, presas, asentamientos irregulares o bien la caza deportiva, tanto legal como furtiva, lo que las obliga a migrar cada vez a zonas más reducidas, lo que causa pierdan contacto con otros integrantes de su especie y lleguen al borde de la desaparición.
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