Ante las medidas que implementará el gobierno capitalino junto con el sector restaurantero, para que puedan abrir sus negocios, como el dar servicio hasta las 18:00 horas en mesas al aire libre y que no estén ocupadas por más de cuatro personas, el integrante de la bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México, Federico Döring Casar, consideró que ello es un avance pero falta mucho por hacer y, refirió que lo importante es que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo cambió de actitud.
Mientras tanto, el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada Cortina, quien el miércoles pasado participó en la reunión de autoridades capitalinas, encabezadas por el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedoco), Fadlala Akabani Hneide, con propietarios de restaurantes, estimó positivo que la administración de la metrópoli replantee las reglas para ese sector que se ha visto muy golpeado por las restricciones a causa de la pandemia provocada por el Covid-19.
En tanto que la postura del responsable de la demarcación territorial es que se deje laborar a la industria restaurantera con todo y semáforo epidemiológico rojo, porque es fundamental para el desarrollo económico de la urbe, Döring Casar aclaró que ha quedado demostrado en el último mes que los establecimientos en donde se vende comida no son un factor de incidencia de casos de coronavirus, porque han estado cerrados y aun así se ha llegado al punto máximo de contagios, por lo que dejó asentado que el problema está en la movilidad y los medios de transporte.
Santiago Taboada ha manifestado en varias ocasiones que resulta urgente la reapertura de restaurantes por su importancia económica, con la generación de cientos de miles de empleos directos e indirectos. Calificó en su momento que es un avance el que se tengan acuerdos entre la autoridad y los de ese sector productivo.
Estuvo a favor de que los restaurantes operen con las mismas condiciones que se les puso el año pasado, como mesa segura, aforos permitidos, horarios acotados y la implementación de las medidas sanitarias conocidas, además de mantener la aplicación del código QR para rastreo de contagios.
El diputado panista Federico Döring lamentó que no haya piso parejo para los que se dedican al negocio de la comida, porque mientras hay tolerancia para los informales que venden alimentos en la vía pública para que las personas los puedan consumir en el lugar, sin medidas sanitarias estrictas, a los propietarios de los restaurantes se les ponen trabas para operar, cuando se ha demostrado que son lugares seguros porque por las acciones que se toman en el interior de los mismos, no son un factor de contagio del virus.
“A los restaurantes ya se le tiene fobia porque se cree que son un foco de contagio, pero han estado cerrados y siguen en aumento los casos de Covid-19, mientras que a los que venden comida en la calle se les tolera”, declaró.
No descartó que las autoridades sean consecuentes con los responsables de los puestos de alimentos en la vía pública, debido a que son un sector que puede ser útil al partido en el poder, en este caso Morena. Expuso que “no es de extrañar que el gobierno les permita trabajar, para tenerlos como incondicionales”.
Por ello, expuso que es entendible que la autoridad, junto con Morena, se opongan a la legislación relativa a los derechos de los trabajadores no asalariados.
Dijo que, si bien ya hay un acuerdo con restauranteros, se tiene que avanzar más en darles flexibilidad de horarios y determinar cómo podrán abrir sus negocios en centros comerciales donde no hay terrazas ni espacios para que se desdoblen en un área abierta, lo que sucede con los negocios que no están a lado de una banqueta ancha para poder sacar mesas.
“Los restaurantes no fueron responsables de un incremento de los contagios por coronavirus y, por lo tanto, son ajenos a que hayan crecido las curvas, por lo que se les debe dejar de echar la culpa y, por el contrario, encontrar mecanismos para que mantengan el servicio”, precisó el representante popular.
Para Döring Casar, independientemente de la manera en que se ha castigado al sector de alimentos preparados, comentó que percibe muy laxas las acciones del gobierno para evitar contagios, sin que autoridades trabajen en lugares que realmente son un foco infección, como es el transporte público, debió a la soberbia que hay desde la administración al creer que se actúa bien y hay control, pero las cifras demuestran que se está en el peor escenario con nueve mil 565 camas ocupadas en el Valle de México, cuando Sheinbaum decía que si se rebasaban los nueve mil 500 implicaba que se estaba muy mal.