El Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la Ciudad de México avanza pues se han atendido 4 mil 562 palmeras mediante podas fitosanitarias y se han retirado 440 palmeras muertas en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Coyoacán.
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental (DGSANPAVA) informó que en su primera etapa, dicho programa cuenta con una inversión de 60 millones de pesos.
Las palmeras retiradas serán reemplazadas por especies como palmas hoja de abanico (Washingtonia robusta); jacarandas (Jacaranda mimosifolia); liquidambar (Liquidambar styraciflua); encinos siempre verde (Quercus virginian); pata de vaca (Bahuinia forticata); astronómicas (Lagerstroemia indica), ceibas (Ceiba speciosa) y árboles frutales, principalmente cítricos como limones y naranjas.
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La dependencia detalló que en esta primera etapa de intervención del arbolado urbano se ha trabajado con la asesoría de un Grupo de Científicos, coordinado por el Colegio de Posgraduados (COLPOS).
Los expertos toman muestras y determinan las causas de la enfermedad y muerte de las palmeras; adicionalmente, se han colocado mil 244 trampas para insectos, herramientas que han servido para su captura y análisis y para conocer más sobre los patógenos que afectan a las palmeras.
Como parte de este manejo integral, se han aplicado 4 mil 664 endoterapias a árboles y palmeras. Con la finalidad de que la terapia de tratamiento fitosanitario funcione se hace un manejo integral mejorando las condiciones del suelo. Adicionalmente, a 4 mil 681 árboles y palmeras se les ha realizado descompactación de suelo y se dio atención a 597 árboles que presentaban muérdago.
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El objetivo es frenar la mortandad de palmeras y controlar el muérdago que afecta a la mayoría de las especies de árboles de la ciudad, así como combatir y detectar enfermedades y plagas.
El saneamiento de árboles y palmeras es un proyecto de largo plazo que implica un trabajo coordinado con las alcaldías, la Secretaría de Obras y Servicios y la ciudadanía, para controlar las plagas y enfermedades que han provocado el deterioro del arbolado a lo largo de muchos años.
La ciudadanía también juega un papel fundamental para el cuidado de las áreas verdes, una acción que ayuda al fortalecimiento de la vegetación y por lo tanto a evitar que las plagas la ataquen, es cuidar que el suelo donde crecen los árboles esté nutrido y para ello es conveniente dejar que las hojas que caen de las frondas se mantengan en el suelo para reintegrarse a él y nutrirlo.
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