Ante la reciente contingencia por la que atravesó la Ciudad de México, se puso en marcha la reforestación en el Centro Histórico, cuya temperatura ambiental es hasta de tres grados superior al promedio de la CDMX, con esto se busca contrarrestar los efectos de la contaminación.
En el marco del Programa Ambiental y de Cambio Climático presentado recientemente por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el cual pretende reducir en un 30% la concentración de contaminantes en la atmósfera capitalina.
Estos trabajos apenas iniciaron el pasado tres del presente mes, en la calle de Tacuba y continuara en otras principales calles del corazón de la CDMX.
Con estas acciones, la Autoridad del Centro Histórico en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente se suman al #RetoVerde que busca establecer 10 millones de plantas entre árboles, arbustos, cubre suelos y polinizadores, principalmente nativas en la Ciudad de México.
Esta acción contribuirá a la mitigación de los efectos de la contaminación en la CDMX que impactan significativamente en la zona, que por sus características físicas tiene una temperatura hasta tres grados superior al promedio de la capital.
En el área se detectó que había 103 espacios para árboles vacíos por lo que en la primera semana de junio inició la reforestación, luego de trabajos previos que consistieron en recorridos para marcaje de plantación y la cala para conocer la estructura del suelo y la infraestructura subterránea de cada uno de los espacios.
Una vez con todos los estudios pertinentes, inició la reforestación y fueron plantados 21 árboles en la calle de Tacuba y uno en la calle de Venustiano Carranza, con ello se tiene un avance de 20% del plan.
En el Centro Histórico existen sólo 35 lotes de áreas verdes, uno en lo que se denomina el perímetro A, por lo que la Autoridad del Centro Histórico impulsa la reforestación en calles, plazas y plazuelas, así como la creación de nuevas áreas verdes y la conservación de la permeabilidad del suelo de los parques y jardines.
Con esta reforestación se frena la pérdida de suelo, para conservar las características cumpliendo con las características técnicas para el mantenimiento y la conservación de las áreas verdes. Además, con el incremento de la cobertura arbórea se busca mitigar los efectos recurrentes de las islas.
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