Amnistía Internacional (AI) continúa con el impulso de su campaña en México "Nuestro grito es monumento", que pretende evitar que la represión contra las mujeres que se manifiestan contra la violencia se convierta en una práctica habitual. Sobre todo cuando se reconoce que siguen al alza los feminicidios en el país.
En días pasados, el gobierno federal reconoció que los feminicidios en México aumentaron 7.1% en los cinco primeros meses de 2021. Y otros delitos como las violaciones crecen un 30% respecto al mismo periodo del año anterior. Es decir, se incrementa la violencia contra las mujeres.
En una reunión virtual con Tamara de Anda (Plaqueta) y Personas Titulares de Derecho sobre la represión a mujeres que protestan, #GritoMonumento se exhibieron las violaciones a los derechos humanos de las mujeres y la brutal actuación de las policías.
AI reiteró que con esta campaña, bajo el hashtag para redes sociales #GritoMonumento, " busca que se reconozca la legitimidad de la causa de las protestas", que parte del reclamo de que el Estado garantice a las mujeres mexicanas una vida libre de violencia, lo que hasta el momento parece muy lejano.
Como no las mujeres no van a protestar, reiteraron que cada día asesinan a 11 mujeres al día en México.
“Cambiamos nuestras lágrimas por un grito de esperanza “Súmate a #GritoMonumento y alza la voz por los derechos de las mujeres que protestan”, señaló la organización internacional de derechos humanos.
En la reunión se platicó con mujeres de Cancún, Quintana Roo, Cecilia y Alejandra Corzo, Ecatepec, Estado de México, integrantes de distintos grupos de mujeres ha sido necesaria para articular esfuerzos fundamentales de organización política: huelgas, performances, plantones o marchas.
Las mujeres sostienen luchas por sus territorios, por el derecho a una vida digna y sin violencia, la soberanía de los cuerpos o rechazos a modelos económicos y políticos que atentan contra los derechos humanos fundamentales.
Y aunque las marchas de las mujeres han obtenido mayor asistencia y difusión en los últimos años, la realidad es que estos movimientos sociales llevan años gestándose en nuestro país y el mundo entero, se recordó.
AI recordó que el 23 de septiembre de 1985, un grupo de mujeres trabajadoras de la industria textil se manifestaba con un plantón sobre la Calzada de Tlalpan, en la Ciudad de México. Cinco días antes, el 19 de septiembre, un terremoto destruyó cientos de talleres de costura, muchos clandestinos, donde trabajaban más de 40 mil costureras en condiciones precarias de trabajo.
A raíz de su movilización social como trabajadoras textiles lograron el respaldo de gremios y movimientos campesinos y populares; además consiguieron la indemnización de las familias de las víctimas. Su organización como mujeres pertenecientes a la clase trabajadora dio pauta para una de las luchas sindicales en México.
En los últimos años, la violencia ha crecido y fue a partir del 2020 cuando las mujeres radicalizaron sus protestas para exigir a las autoridades correspondientes seguridad, protección y un alto a la violencia machista.
La violencia contra las mujeres y los niños se ha agravado durante la pandemia. El aislamiento y la obligación de estar en casa por la crisis sanitaria de la covid-19 ha disparado todas las alarmas.
Mientras en 2020 la tasa general de delitos se redujo más de un 10% en el país, los feminicidios y los crímenes sexuales aumentaron. El año acabó con 948 feminicidios y 54.314 denuncias por delitos contra la libertad. Estos últimos fueron los más altos desde que hay registros en 1997.
Pero la situación ha empeorado en estos primeros meses de 2021: más asesinatos de mujeres y más agresiones sexuales. Las violaciones han subido de 6.610 de 2020 a 8.623 de enero a mayo. Un 30% más que en el mismo período del año anterior.
Otra situación grave es que en México, alrededor del 90% de los delitos no se denuncian.
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