“Dulce embustera/la maldita primavera...”, reza una canción interpretada por la veracruzana Yuri, y aunque este tema sea sobre un amor fallido, esa frase nos funciona para señalar que esta primavera, un poco embustera, no sólo se disfrazó de verano, también “engañó” a muchos, porque su equinoccio en este 2024 fue el 19 de marzo y no el 21, lo que hizo que algunos despistados hayan ido a “cargarse de energía” hasta ese día.
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Gracias a las temperaturas de más de 30°C que se registran en la CDMX, las jacarandas florecieron en febrero, las chicas sacaron los atuendos ligeros y las fuentes se han vuelto los lugares más socorridos para paliar el calor en un año que amenaza con romper el récord impuesto por 2023, del más cálido en más de 170 años.
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Esta primavera embustera nos engaña, el sol nos abrasa la piel sin miramientos, pero el viento sopla cuando quiere, claro y finge que nos refresca.
Esta primavera con pinta de verano, apenas empieza... y, como dirían las abuelas, ¡aún no estamos en mayo!, cuando el calor en la capital se hace presente y nos da una muestra de cómo será el verano… aunque gracias al cambio climático ninguna estación tiene palabra, y así, esta primavera tiene pinta de verano.
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