El tema cotidiano de los habitantes de la Ciudad de México —y del resto del país—, es el calor. Los medios de comunicación llevan el registro de los récords rotos por las altas temperaturas.
Todos hemos escuchado que la CdMx ha padecido —sí, padecido, no vivido— climas históricos: este sábado el termómetro marcó nada más y nada menos que 34.7° C, y el viernes la cifra llegó a 34.4° C. Desde 1998, con una marca de 33.9 grados, no se registraban temperaturas tan elevadas como en esta tercera onda de calor... ¡y aún no llegamos al verano
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El 22 de mayo pasado, investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, alertaron que los próximos 15 días serían los más calurosos en la capital; vaya que tenían razón. Los capitalinos buscan la manera de mitigar los efectos del sol abrasador: acuden a las fuentes —con todo y traje de baño—, usan sombrillas, recurren a los abanicos, beben todo lo que podría ser refrescante, aunque la sed no se va; los que pueden usan shorts y ropa ligera, los que no, sudan y sudan sin parar; los ventiladores escasean y hasta se pelean por ellos, y las mascotas se sofocan con este calor que no baja ni con las lluvias recientes. A tener paciencia, porque parece que seguiremos rompiendo las marcas de temperatura. Tome sus precauciones.
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