Canteros mexicanos, grandes maestros escultores. Los talladores de piedra (cantera) del municipio Chimalhuacán han heredado de generación en generación este oficio desde épocas prehispánicas, pues, aseguran, sus ancestros tallaban y transportaban sus obras para adornar los templos y grandes construcciones de la zona del Zócalo.
También te puede interesar: Seis décadas perfeccionando el arte de hacer maniquíes [Fotorreportaje]
Narran que dichas esculturas eran trabajadas en este lugar de donde se extraía directamente la cantera, la trabajaban en sus talleres y, posteriormente, eran transportadas en embarcaciones primitivas, desde Chimalhuacán hasta La Candelaria de los Patos, lugar donde se encontraba el embarcadero de la zona centro, y de ahí a sus destinos finales, como la Catedral Metropolitana, el Banco de México y el Palacio de Minería, entre otros tantos puntos donde colocaban sus tallados.
Este oficio, poco reconocido y poco valorado --pues implica mucho trabajo y detalle--, ya no le interesa ejercerlo a las nuevas generaciones, que ahora con sus estudios buscan otras actividades más lucrativas.
Ahora, la intención de los canteros es impulsar el interés por este oficio a los jóvenes, realizando reuniones en el panteón “Todos los Santos” en éste municipio, en donde adornan con sus tallas desde la entrada al camposanto con bellas esculturas y tallas de alto relieve, como el Cristo de la Ascensión, la Creación de Adán, la Virgen de los Dolores, Los 12 Apóstoles de Jesús y ornamentas que adornan el pasillo de acceso a este lugar.
Aquí se reúnen al menos una veintena de maestros canteros, que cada domingo trabajan gratuitamente para ese panteón, y la gente que visita este lugar les ofrece a cambio, alimentos y agua mientras trabajan por la labor social que realizan.
No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado
También han adornado con sus esculturas y tallas, la iglesia y Palacio Municipal sin cobrar un solo centavo. Así dan a conocer sus obras, logrando clientes.
Estos maestros artesanos trabajan a detalle el martillo y cincel con precisión: un golpe de más o mal aplicado puede arruinar cientos de horas de trabajo.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem