La basificación del personal de Salud de la Ciudad de México a los Servicios de Salud IMSS Bienestar no resuelve la precariedad ni la incertidumbre laboral en que se desempeñan los trabajadores, por el contrario, agudiza las distorsiones de contratación, amplía las brechas de inequidad y revierten los esfuerzos en materia de capacitación, profesionalización y actualización continúa.

“Se trata de un proceso hecho al vapor que solo pretende cubrir el gran error que significó el INSABI”, declararon trabajadores consultados por LA PRENSA, quienes señalaron que este esquema de contratación es una imposición, en el que no se tomaron en cuenta ninguna de las opiniones y propuestas que hicieron a través de un pliego petitorio que presentaron a las autoridades.

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Ante el anuncio del inicio del proceso de basificación de personal de salud de la Ciudad de México a los Servicios IMSS Bienestar, trabajadores, que pidieron se omitieran sus nombres para evitar cualquier tipo de represalia en su contra como ya sucedió la semana pasada cuando se manifestaron y fueron reprimidos por las fuerzas policiales, manifestaron su preocupación por la imposición de este nuevo esquema de contratación, que los deja en una situación laboral de mayor vulnerabilidad y desventaja al que tenían anteriormente.

Explicaron que los trabajadores han sido recibidos sólo por funcionarios de mandos bajos o intermedios, que los escuchan pero no les resuelven nada. “Nos han dicho que la única opción que tenemos es aceptar la contratación para formar parte de la plantilla del Organismo Público Descentralizado (OPD) IMSS Bienestar con plaza definitiva, es esto o el desempleo, es voluntariamente a fuerzas”.

Casos de precariedad

Los trabajadores manifestaron su preocupación por pasar a ser parte de la OPD IMSS-Bienestar, cuando todos los días salen a la luz nuevos videos donde se documenta la precariedad en que se encuentran los servicios de salud que brinda el Seguro Social, como ha sucedido con la caída de elevadores, y más recientemente, el caso de un paciente que tiene que ser cargado por el personal para bajarlo por las escaleras.

“Todo esto está hecho al vapor para cubrir el error que significó el INSABI, otro proyecto mal planeado, y así como vemos esta nueva estrategia, a la larga va a tener que desaparecer y cambiar nuevamente de nombre”, expresaron los trabajadores entrevistados.

“Lo único que nos queda claro con este tipo de decisiones, que el sistema de salud mexicano está cada día más lejos de parecerse a los servicios de salud de Dinamarca, quizá ni en el próximo sexenio”, señalaron al precisar que la actual situación del sector salud le queda a deber a los usuarios, pero también a sus trabajadores.

Recordaron que otro ejemplo de la política fallida en materia salud fue la contratación “en despoblado” de personal que se dio durante la pandemia, quienes en su mayoría estaban saliendo de las escuelas y no contaban con la experiencia suficiente para asumir tal responsabilidad, además, de carecer de los insumos básicos para brindar una atención de calidad, como fueron cubrebocas, ventiladores y equipo de seguridad.

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“No debemos olvidar que México fue el país con la mayor mortalidad de personal de salud durante la pandemia, lo cual fue resultado de la mala planeación y selección del personal que iba a estar a cargo”, señalaron.

La basificación a IMSS-Bienestar es un esquema de contratación que no se consultó y que no se decidió por consenso con los trabajadores, que más que una reivindicación laboral de los trabajadores, busca acabar con los sindicatos, “porque hasta este momento, ningún líder charro sindical se ha manifestado para defender a la base trabajadora”.

Nuevo sindicato a nivel nacional

Manifestaron su preocupación de que cuando este programa se extienda a nivel federal, llegue un nuevo sindicato único a nivel nacional, lo que coarta la libertad de los trabajadores para afiliarse y elegir a sus propios representantes.

“El que no quiera firmar el contrato de la OPD IMSS-Bienestar se va a quedar sin nada, no hay otra opción, ya no habrá contrataciones por Sedesa ni tampoco en los hospitales federales, por lo que todos los profesionales de la salud que quieran trabajar en el sector público, tendrán que entrar a partir del primero de septiembre por IMSS-Bienestar”, indicaron.

Al precisar que de los 15 puntos planteados en el pliego petitorio no fueron tomados en cuenta, los trabajadores señalaron que una de las demandas principales es que se mantenga la contratación por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa).

Recordaron que lejos de ser escuchadas y atendidas sus demandas, la única que respuesta que han tenido por parte de las autoridades fue haber sido reprimidos y golpeados la semana pasada cuando se manifestaron.

“Nuestros derechos siempre han sido violentados, pero el que hayan utilizado la fuerza pública contra personal de salud, nunca antes se había visto, incluso, hay compañeras y compañeros que a raíz de la agresión presentan una sensación de vulnerabilidad, intranquilidad e inseguridad", comentaron.

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