En el contexto que vive el mundo por COVID-19, la educación y el trabajo a distancia ofrecieron una solución a la crisis de salud, ante esto no es de extrañar que 58% considere muy necesario ampliar la educación a distancia; mientras que 34% lo cree necesario, revela estudio de Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (COP-UVM).
Para 70% es muy necesario y para 28%, necesario, que las personas exploren nuevas formas de aprender. A la par, 68% considera muy importante y 30% importante que en el país se implementen distintos esquemas de aprendizaje para las diferentes necesidades de las personas; 70% estima que es muy importante y 27%, importante, crear modelos de educación flexible (por ejemplo, mezclando clases presenciales y a distancia).
Además, 66% considera muy importante y 32% importante, promover entre los niños distintos métodos de aprendizaje.
EDUCACIÓN SEGURA EN MODELO HÍBRIDO
Con la pandemia fue inevitable el replanteamiento sobre los esquemas de aprendizaje. Hoy más que nunca la tecnología ha sido una aliada que está ofreciendo alternativas ante un contexto en el que 53% preferiría aprender en un formato que combine clases presenciales y clases en línea; 33% prefiere que sea solo en forma presencial y 14% se inclina por que sean a través de internet, de acuerdo con la encuesta “Beneficios, motivación y utilidad de seguir aprendiendo”, realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México.
Según los datos obtenidos, 60% de los participantes elegiría un proceso de aprendizaje desde centros educativos, como las universidades, escuelas o institutos, pero a 40% le gustaría hacerlo desde un entorno más cotidiano como el hogar o el trabajo. De quienes prefieren aprender en un centro o institución educativa, 43% optaría por clases presenciales, 11% por internet y el porcentaje restante, en un sistema mixto.
En este último año, 70% tomó alguna clase o curso (presencial o en línea), debido a motivos laborales (24%), por gusto (24%), para adquirir conocimiento (14%) y para desarrollar o mejorar una habilidad (13%). Independientemente de las motivaciones, esa clase les ha ayudado mucho (59%) o ayudado (37%) para sentirse útil; 90% para sentirse feliz (47% ayudado mucho, 43% ayudado); 82% para reducir o eliminar el estrés (42% mucho, 40% ayudado); 74% para relajarse (34% mucho, 40% ayudado). En un año marcado por el confinamiento, 91% indica que la clase o curso ha servido para romper la rutina y 80% para conocer y relacionarse con nuevas personas.
La encuesta también aborda el uso que los mexicanos hemos dado a los videos y tutoriales para obtener nuevos conocimientos. En el último año, 55% vio este tipo de contenido para aprender a cocinar; 43% para apoyar a los integrantes de familia con una tarea o actividad escolar; 40% buscó un video para solucionar un problema de salud o algún malestar físico; 39% para buscar capacitación relacionada con el trabajo; 37% para aprender una manualidad; 33% para comer saludable, entre otros.
El 58% indicó que los tutoriales vistos han sido muy útiles para incorporar lo aprendido en su vida cotidiana y 38% dice que han sido útiles; 86% para incorporarlo en su práctica laboral (44% muy útil, 42% útil); 90% para distraerse (48% muy útil, 42% útil) y 89% destaca la utilidad de transmitir a otra persona lo que se ha aprendido (45% muy útil, 44% útil).
A raíz de ver videos o tutoriales por una necesidad específica, por inquietud o gusto, los encuestados experimentan diversos beneficios, por ejemplo, 98% coincide que ello despierta ganas de seguir aprendiendo; 93% siente su mente más ágil y; 91% ve mejoría en su autoestima. En términos generales, 95% indica que los tutoriales han sido benéficos para su estado emocional (54% muy benéfico, 41% benéfico) y 88% para el estado de salud (37% muy benéfico, 51% benéfico).
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