En la Ciudad de México y el resto del país, hay muchas personas que realizan tatuajes, micropigmentación o perforaciones, de manera clandestina, sin contar con una tarjeta de control sanitario que garantice sus conocimientos sobre primeros auxilios, dominio de las técnicas de asepsia e higiene.
O bien se instalan en tianguis, vía pública, lugares informales o ambulantes, departamentos o casas, lo que poner en riesgo la salud y la vida, manifestó director general de la asociación civil “Mi Capacidad No es Tatuada, es Demostrada” (MCNTD), Roberto Castillo.
En entrevista el activista externó que la licencia sanitaria que pagan los tatuadores a Cofepris “es de las caras, les cuesta 6 mil 183 pesos, con una vigencia de 2 años. Para obtenerla les piden seminario de técnicas de higiene y asepsia, seminario de récipe y primeros auxilios, formulario de procedimientos médicos, el cual se puede descargar, se llena y lo aprueba la comisión”.
Para obtener el certificado, las personas deben acreditar su preparación y conocimiento en técnicas y procedimientos para tatuar o perforar, con el fin de cumplir las normas sanitarias vigentes y prevenir riesgos en la salud de la población, explicó.
Operan sin licencia de Cofepris
Pero muchas personas que practican esta actividad no quieren acudir a capacitarse ni tampoco quieren pagar la licencia, pero los más afectados son las personas que acuden con ellos ya que se les infectan los tatuajes. La asociación, añadió, les puede orientar con los trámites, “estamos siendo mediadores, para que hagan la praxis de una manera limpia y con conocimientos”.
Resaltó que los requisitos para tener la licencia sanitaria se encuentran en la página de Cofepris. Por lo que invitó a las personas que han tomado la decisión de hacerse un tatuaje, a cerciorarse si el lugar donde se van a tatuar cuenta con licencia sanitaria, para no poner en riesgo su salud.
Castillo recalcó que los establecimientos dedicados en este oficio deben contar con las condiciones de higiene adecuadas, productos específicos, como tintas biocompatibles para no ocasionar reacciones alérgicas o cicatrices queloides, evitar la dispersión de pigmentos en la piel, infecciones o enfermedades contagiosas.
Se debe usar mascarillas, guantes estériles, saber qué enfermedades tiene la persona que se va a tatuar, agujas (que se las enseñen que son nuevas), espacios limpios, que no haya basura, espacios seguros, ni acoso sexual, físico ni bullying.
Discriminación por modificaciones corporales
La discriminación por las modificaciones corporales obstaculiza el acceso a la educación, el trabajo o a recibir un trato con igualdad y sin exclusión, por lo que se debe aprender a no estigmatizar ni hostigar a las personas que decidieron realizarse alguna modificación a su cuerpo.
Aunque ya es más común ver a personas tatuadas, sigue siendo un estigma que se asocia a la criminalidad, a la discriminación en tiendas, discotecas, restaurantes, no sólo color de piel, sino también por el aspecto, comentó la presidenta de la Copred, Geraldina González de la Vega Hernández.
Qué es lo que más se modifican las personas
Roberto Castillo platicó que los tiempos han cambiado mucho con los jóvenes centennials, “antes se tapaban los primeros tatuajes, para que nadie los viera, ahora es lo contrario se lo hacen donde son más visibles, en la cara, cuello, manos o dedos”.
Describió que las modificaciones que más se realizan las personas son los piercing en la nariz, lóbulo y labios, subdermales, microdermal, limado de dientes, colmillos, bifurcación de lengua, implantes en la frente, modificación del color de ojos, escarificación, extensiones de labios y orejas, incisiones, perforaciones, modificaciones craneales, entre otros, prácticas que datan entre los 2500 y 5500 años A.C. Es decir, agregó, cada vez hay más aficionados a la tinta.
Son pioneros
La asociación civil “Mi Capacidad No es Tatuada, es Demostrada” es pionera en brindar información a la población de manera gratuita, capacitarlos para que la praxis no se estigmatice, “para que podamos entender cuáles son las buenas prácticas y cuáles las malas que no debemos de replicar a la hora de realizar una modificación corporal.
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Ofrecen capacitaciones a personas que realizan tatuajes, perforaciones, modificaciones corporales, las realicen como buenas prácticas de higiene y asepsia, que lo hagan de manera correcta, aprendan primeros auxilios, y técnicas psicológicas. “Si una persona se pone nerviosa, qué se debe hacer, desde el principio médico y psíquico”, detalló.
Insistió que la discriminación limita, lastima y perjudica al desarrollo de las personas en la sociedad. Por lo que ejemplificó que cuando van a los centros comerciales y los ven tatuados, siempre les piden el ticket de compra, o si te ven con alguna modificación corporal lejos de recibir una mirada, hay un trato diferenciado.
Los futbolistas cuando están tatuados, reciben muchas críticas y comentarios discriminatorios en las redes sociales. “Imagínense nosotros que no somos famosos y estamos totalmente tatuados.
En días pasados 26 y 27 de octubre realizó en las instalaciones de Copred, el sexto Encuentro Nacional por la No Discriminación de Modificaciones Corporales, dentro del Copred, con un Mercadito INKluyente + CABINK + Música.
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