La falta de respeto por la vida es la otra pandemia, todavía mayor a la que causa el SARS-Cov-2, generada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, advirtió la iglesia mexiquense, al reprobar la ausencia de valores de instituciones que promueven la despenalización del aborto.
Tras emitir un mensaje con motivo de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que decidió declarar inconstitucional la criminalización total de la interrupción del embarazo, Francisco Javier Chavolla Ramos, titular de la Arquidiócesis de la capital del Estado de México, dijo que se requiere que la sociedad, en especial la católica, proteja la vida y hago lo que no hacen las instituciones.
En una misiva que el purpurado dirigió al obispo auxiliar, Maximino Martínez Miranda, presbíteros, sacerdotes y hombres y mujeres de la Arquidiócesis de Toluca, se establece que la comunidad creyente debe alzar la voz y asumir una estrategia en defensa de la vida.
“Con la culpable complicidad de otras personas, incluyendo a quienes promueven leyes o resoluciones que quieren dar el permiso legal de consumar ese asesinato que llaman aborto o interrupción del embarazo”, dice monseñor en la carta.
Advirtió que (la Suprema Corte de Justicia de la Nación), lejos de ayudar a las mujeres con esta decisión, está condenando a ellas a una experiencia desgarradora de filicidio, o sea, a una madre que da muerte a su propio hijo en su vientre.
“No se puede negar que estudiaron bien el momento de asestar este golpe de traición a la vida”, consigna el jefe de la iglesia mexiquense, tras manifestar que los ministros del máximo órgano impartidor de justicia se dejaron presionar para atentar contra la vida.
Por ello, exhortó a todos los católicos a organizarse y cumplir la custodia de la vida en todos sus momentos, desde la fertilización hasta la muerte natural.
“Nos toca organizarnos y articularlos para la custodia y defensa de la vida, a través de herramientas legítimas y válidas, y así amparar la vida desde la concepción, evitando actitudes acciones y expresiones de odio, para nosotros la ley suprema es el amor que dona la vida”, aseveró.
El titular de la Arquidiócesis de Toluca citó a San Juan Pablo II, destacó que es urgente una movilización general de las conciencias y un esfuerzo ético, para poner en práctica una gran estrategia en favor de la vida, “todos juntos debemos construir una nueva cultura de la vida”, dijo.
Y agregó: “mi misión como pastor me impide permanecer callado o inactivo ante estas acciones del hecho real de la vida de un individuo desde los primeros momentos a partir de la fertilización y por consiguiente contra su inviolable derecho a la vida”.
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