A pesar de ser uno de los medios de transporte público donde más asaltos se comenten, las combis o vagonetas en el Estado de México crecieron de manera considerable en los últimos diez años, al pasar de 7 mil 741 unidades a 32 mil 357, lo que representa un incremento de 317.9 por ciento.
Estos vehículos que prestan el servicio en todos los municipios de la entidad, principalmente en la zona conurbada, constituyen el medio de transporte con mayor presencia en vialidades limítrofes entre la Ciudad de México y el territorio estatal.
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Según información de la Secretaría de Movilidad del Estado de México, con datos concentrados la víspera del Cuarto Informe de Gobierno, las combis o vagonetas son el medio de traslado colectivo más utilizado por la población, aun cuando los delincuentes han encontrado en esas unidades el espacio más “socorrido” para cometer sus fechorías.
Ahora con las redes sociales se hace evidente casi en tiempo real la comisión de un asalto en estos vehículos concesionados, y en muchos casos con resultados trágicos cuando los viajeros se resisten a los atracos.
A pesar de que la dependencia cuenta con acciones de coordinación con cuerpos de seguridad de los diversos municipios de la entidad, los criminales logran hacer de las suyas en este medio de transporte, debido a lo práctico y rápido que resulta despojar de sus pertenencias a diez a doce pasajeros o dependiendo de los que vayan a bordo.
Este incremento en el número de unidades que brindan el servicio por los diferentes municipios mexiquenses representa un promedio de 6.8 concesiones otorgadas en un solo día.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, una concesión es la cesión de derechos que da el gobierno del Estado de México en favor de particulares o de empresas para proporcionar el servicio de transporte público.
Las tarifas autorizadas desde 2020 para estas unidades son de 12 pesos por los primeros cinco kilómetros recorridos. A partir de esa distancia, el cobro es de 25 centavos por cada kilómetro adicional, por lo que los habitantes del Estado de México que vienen de municipios no tan pegados a la zona conurbada, deben pagar cuando menos 18 pesos con 50 centavos por una distancia de 30 kilómetros.
El gobierno del Estado de México justificó el ultimo incremento al pasaje, bajo el argumento de que el ajuste permitiría garantizar la viabilidad de la prestación del servicio, en condiciones de seguridad, eficiencia, modernidad, calidad y sustentabilidad.
Sin embargo, muchas de las unidades a pesar de llevar los diez años en circulación y que deberían ser renovadas, siguen en las vialidades prestando el servicio, en condiciones inadecuadas y sin garantía de seguridad para los usuarios.
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En términos generales, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Movilidad, el parque vehicular del servicio público concesionado, es decir, taxis, microbuses y autobuses, así como combis y vagonetas registró un aumento de 9 mil 935 a 41 mil 741 unidades en los últimos diez años.
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Esta incidencia se presentó con mayor presencia en municipios de la zona metropolitana del Valle de México, particularmente en localidades como Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla, Naucalpan, Coacalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Valle de Chalco, Ixtapaluca y Chalco, entre otras.
Las autoridades también reconocen que existen en circulación alrededor de 10 mil 500 unidades que prestan el servicio público, pero éstas no registran que estén dentro de la normatividad, por lo que se puede entender -debido a que la autoridad no lo precisa- que se trata de los llamados vehículos “pirata”. Esto es, unidades que no cuentan con concesión y que a pesar de ello brindan el servicio a los habitantes del Estado de México, siendo vehículos particulares en su materia lo que operan como taxis.
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