Han pasado cinco años de la tragedia que cobro 26 víctimas mortales, 19 niños y siete adultos, en el derrumbe del colegio Rebsamen, en la alcaldía Tlalpan. Familiares y vecinos montaron una ofrenda de flores y ofrecieron una misa en memoria de los caídos.
Al filo del mediodía, familiares de las víctimas y vecinos de la zona se congregaron en el cruce de Rancho Tamborero y Calzada de las Brujas, al exterior de lo que fuera el centro educativo, el dolor por la perdida de 26 vidas humanas aún está presente.
El reloj marcó las 12:19 de la tarde, en los altavoces se escuchó el característico sonido de la alerta sísmica estremeció a los presentes, quienes poco a poco se replegaron hacia el centro de la calle para seguir las indicaciones de Protección Civil.
Entre lágrimas y abrazos, al terminar la alerta sísmica, los presentes guardaron un minuto de silencio y pusieron el puño en alto para recordar a cada uno de los menores y adultos que perdieron la vida tras el derrumbe de la escuela.
Poco después, dió inicio la eucaristía para recordar a las víctimas, decenas de flores y algunas fotografías de los menores y adultos daban fe del cariño de sus familiares.
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Tiembla de nuevo, algo inimaginable
La misa estaba por terminar cuando a lo lejos se escuchó de nuevo la alerta sísmica, está vez no sería parte de un simulacro. Tal como minutos antes se hizo, los presentes se concentraron al centro de la calle y esperaron lo peor.
Un fuerte movimiento de la tierra revivió lo que se sintió hace cinco años, el recuerdo de aquel devastador sismo se apoderó de los presentes, algunos sufrieron crisis nerviosa, otros solo se abrazaban pensando que era irreal que de nueva cuenta volviera a temblar en esta fecha.
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