Como ya es una costumbre cada 28 de mes, miles de personas se dan cita en la Iglesia de San Hipólito para venerar al Santo patrono de los casos imposibles; acuden con gran fervor a agradecer los favores concedidos y pedirles otros nuevos.
Ahora rezan que de una vez por todas desaparezca el Covid-19, haya más empleos, menos robos, menos asaltos, que la gente tenga para comer, y ahora entre sus peticiones piden por la paz, que termine la guerra entre Rusia y Ucrania, porque ese conflicto afecta a todos y van a afectar la economía y los precios de los alimentos.
Aunque estamos en semáforo amarillo, no hay poder humano que detenga a los fieles creyentes de San Judas Tadeo, que van cada 28 de mes.
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El templo de San Hipólito, ubicado en la avenida Hidalgo en la alcaldía Cuauhtémoc, recibe a los fieles que desde temprano llegan para orar, recibir la bendición o escuchar misa, aunque por la pandemia de Covid-19 se han reducido para evitar contagios, siendo sólo dos o tres al día.
La iglesia abrió sus puertas desde las 08:00 horas para permitir el acceso de aquellas personas que desean entrar al recinto católico, informaron vendedores de velas a la entrada del templo.
En los alrededores del templo y dentro de la misma, se mantiene un cerco de vallas metálicas para garantizar el orden y el ingreso seguro al templo, la policía mantiene un operativo para controlar el ingreso y las personas entre todas con cubrebocas, utilicen gel y mantengan la sana distancia.
Los creyentes comentan no desafiar las indicaciones del gobierno local, de no acudir a lugares concurridos; pero su fe es mayor y van a San Hipólito a dar gracias por los milagros que el Santo les concedió.
Y para solicitarle su intervención para que se termine esta pandemia que está paralizando a México y el Mundo. En especial por la salud de sus seres queridos, sus familias que están en Estados Unidos y ahora porque Putin abandone el territorio de Ucrania.
La gran mayoría de los feligreses que se dio cita a la entrada de San Hipólito llevaba su cubrebocas, y a su San Juditas muy adornado, con decenas de collares, una flor y una veladora. La mayoría llegó, rezó unas oraciones y se fue.
Devotos platican a este diario que acuden a cumplir mandas y rezar por su salud, a pesar del Covid, desde temprana hora, se comenzaron a reunir sin guardar sana distancia y más cuando se regalaban dulces o imágenes de San Judas o alguna otra prenda prometida por el milagro cumplido.
Modesto Hernández es un cargador en La Merced, es un fiel seguidor de San Juditas desde hace 20 años, y en esta ocasión no quiso perder la oportunidad de venir al Centro a dar gracias a su Santo Milagroso.
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“A nosotros los pobres, no nos falla'', agregó, yo he venido a pedir por la salud de mi familia y se me ha hecho el milagro, por eso lo sigo. En mi casa tengo un altar y siempre tiene sus veladoras prendidas con unas flores”.
La señora Matilde Sánchez platicó que ella hizo una manda, ya que su mamá Mónica se contagió de Covid 19 y le prometió a San Juditas si su madre se recuperaba de esa enfermedad, iba a regalar dulces e imágenes del Santo Milagroso y por eso vino al Templo de San Hipólito.
La Iglesia Católica recuerda que San Judas Tadeo fue primo de Jesucristo y apóstol, durante muchos años fue confundido con Judas Iscariote de haber traicionado a su primo, y fueron los jesuitas quienes desmintieron esta historia.
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