En sesión solemne con motivo de los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968, diputados locales del Congreso de la Ciudad de México condenaron la violencia de ese entonces ejercida por el Estado hacia estudiantes del país.
Se convirtió el salón de sesiones del recinto de Donceles y Allende en el escenario para que las fuerzas políticas repudiaran lo acontecido hace 56 años, con un diputado de la fracción parlamentaria del PRD, Pablo Trejo Pérez que delineó que conmemorar a la generación de 1968 “es un acto difícil, paradójico”, pero la dignidad de la memoria es terca e históricamente se recuerda al ser humano y a la juventud que luchó por las libertades y derechos.
Mientras que el perredista comparó el asesinado de Miguel Servet, el 27 de octubre de 1553 en Ginebra, con el sistema político que se tenía en 1968 y declaró: “a nuestros compañeros los asesinaron y no han sido olvidados, ellos se convirtieron en la semilla de lo que hoy somos, y con todo respeto nunca los olvidaremos”, el congresista de la bancada del PRI, Omar Alejandro García Loria dijo que es imposible cambiar el pasado, por ello llamó al Poder Legislativo local a transformar al país en un lugar más justo, pacífico y democrático, en donde se promuevan políticas públicas que respondan a las necesidades de las y los jóvenes, y en el que nunca se vuelva a utilizar la represión, el miedo y la violencia como respuesta a las demandas legítimas de la ciudadanía.
Por el grupo parlamentario del Partido del Trabajo participó la diputada Diana Barragán Sánchez quien recordó que han pasado 56 años de los lamentables acontecimientos en Tlatelolco de 1968, “una herida que sigue abierta e indigna profundamente”.
La petista estimó que la masacre de ese año no fue un hecho aislado sino el resultado de un régimen autoritario, que prefirió la violencia y la represión sobre el diálogo y la paz; y que a las y los jóvenes actuales corresponde seguir revolucionando las conciencias y honrar la memoria y lucha de aquella época, en la búsqueda de un país más justo para todas y todos.
Con la representación de la diputación del PAN hizo uso de la tribuna la representante popular Frida Jimena Guillén Ortiz, quien aludió que hace más de 50 años en ese recinto legislativo en el que estaba la sede de la Cámara de Diputaos, los de Acción Nacional fueron los únicos en expresarse en contra de la represión estudiantil.
Mencionó que actualmente las personas jóvenes corren peligros similares a los ocurridos en 1968, pues se ha asignado mayor poder y tareas no pertinentes al ejército mexicano y se impulsó una reforma que militariza el país.
De la bancada de Morena, la diputada Elizabeth Mateos Hernández, reconoció a los integrantes del Comité del 68 por su aportación histórica, en particular a Raúl Álvarez Garín, y recordó a las mujeres participantes del movimiento estudiantil que desafiaron las expectativas tradicionales y al autoritarismo.
Dijo que los asesinos del movimiento tienen nombre y apellido, por lo que pidió a los dirigentes priistas nacional y local que pidan perdón y disculpas a México por la masacre, y adelantó que presentará una iniciativa para inscribir en letras de oro la leyenda “Movimiento estudiantil de 1968”.
Radiografía de una injusticia: 2 de octubre
La congresista del PVEM, Yolanda García Ortega, aseguró que en 1968 hubo varios movimientos sociales a nivel internacional, pero para México tienen un sólo nombre: “Tlatelolco, 2 de octubre, que sin lugar a duda representa una radiografía del Estado de injusticia, del malestar social y del régimen que imperaba en ese momento”. En memoria de las y los jóvenes que murieron en esa fecha, invitó a impulsar en la política “un relevo generacional por México, para México y dentro de México”.
El grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano estuvo representado en el posicionamiento por Luisa Fernanda Ledesma Alpízar, quien afirmó que la lucha de las y los jóvenes estudiantes en 1968 dejó una herencia histórica que permite analizar críticamente el orden establecido y exigir el cumplimiento de los derechos estudiantiles, a fin de hacerlos plenamente efectivos. Añadió que conmemorar estos hechos garantiza que nunca más ocurran actos de esta índole en contra de estudiantes.
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En su momento, la presidenta de la Mesa Directiva, diputada morenista Martha Ávila Ventura, recordó que los hechos ocurridos hace 56 años, en donde los jóvenes reclamaban democracia y libertades elementales, fueron un punto de partida para la democratización del país y recalcó que el Congreso local, a través de la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, honra la memoria de aquellos jóvenes y les rinde un sentido homenaje.
La diputada de la asociación parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente, Esther Silvia Sánchez Barrios, expresó sus condolencias a las familias que perdieron a algún integrante en el movimiento de 1968, a la vez que indicó que esos jóvenes dejaron como herencia una sociedad más interesada en la política, más consciente, plural y organizada para defender los derechos humanos.
A su vez, en el turno de la asociación parlamentaria Progresista de la Transformación, el congresista Alejandro Carbajal González, aseveró que los acontecimientos de 1968 son el capítulo más ominoso del México contemporáneo.
Destacó que ante diversas demandas de libertades, derechos y mejores condiciones de vida, los jóvenes fueron víctimas de la violencia de Estado, lo cual ha sido aceptado el día de hoy luego de años de lucha, al declararse que se trató de un delito de lesa humanidad.
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