El libro “10 Maneras de ser Bella y no Morir en el Intento”, del doctor Marco Antonio Conde, es una lectura obligada e indispensable para todas aquellas personas que están pensado someterse a una cirugía estética o a un procedimiento de medicina estética.
Se trata de una herramienta mediante la cual, el público en general podrá acercarse al apasionante mundo de la belleza y la cirugía estética, conocer cuáles son los distintos procedimientos que se realizan y obtener información basada en evidencia científica para la mejor toma de decisiones.
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Durante la presentación de su libro, el doctor Marco Antonio Conde Pérez explicó que el solo hecho de que los pacientes acudan con un médico especialista certificado en cirugía estética reduce hasta en un 70% el riesgo de complicaciones.
Una guía ante la confusión que prevalece
Por su parte, la doctora Annel Villagrana, presidenta del Colegio de Maestros en Medicina Estética de México indicó que entre la sociedad prevalece gran confusión sobre la medicina estética, por lo que en el libro se explica de forma sencilla qué tipos de procedimientos hay, cómo se aplican, como es el procedimiento, el antes y después y que se puede esperar de la medicina estética, que no es tan drástica como la cirugía, pero ofrece buenos resultados.
Al ser muy inocua y mínimamente invasiva, la medicina estética llega a ofrecerse por parte de nutriólogos, cosmetólogos e incluso en estéticas y spas. “Desafortunadamente, por ese tipo de prácticas es que tenemos muchas complicaciones en cirugía estética”, apuntó la especialista, quien subrayó que sólo los médicos especializados en medicina estética pueden realizar este tipo de procedimientos.
El doctor Marco Antonio Conde señaló que gran parte del problema del mercado negro de medicina estética ha sido alentado por los propios laboratorios, que se encargan de entrenar a todo tipo de personas en la aplicación de estos tratamientos y productos.
El especialista informó que, a través de los colegios y organizaciones de médicos en cirugía plástica, se ha planteado a los legisladores establecer restricciones, como la receta médica, para la venta de tratamientos y productos estéticos, como ocurre con medicamentos como las penicilinas y otros fármacos de control.
“Cómo para una toxina botulínica, hilos o relleno, los laboratorios no pidan receta, aquí hay una responsabilidad muy grande, y no por vender más hagamos actos criminales”, subrayó el doctor Conde Pérez.
Urge legislar para combatir el mercado negro
A su vez, el doctor Carlos Mauricio Casillas Ibarra, presidente del Colegio de Profesionistas de Medicina y Cirugía Estética de México destacó que actualmente hay mucha desinformación sobre la cirugía estética, por lo que este libro ayudará a muchas personas a tomar la mejor decisión y, sobre todo, entender la importancia de acudir con un especialista.
“En el capítulo Cómo escoger a tu médico es esencial, los ayudará a tomar la mejor decisión, porque sí bien es cierto que ningún procedimiento está exento de presentar alguna complicación, el paciente debe tener la confianza de que el profesional que lo atiende sabrá resolverla”, indicó el doctor Casillas Ibarra.
En los últimos años ha proliferado el mercado negro de medicina estética, por lo que es necesario legislar en la materia, para que aquella persona que se dedique a la medicina estética, sea médica, con título y cédula profesional en la materia, además de estar certificados, indicó el doctor Marco Antonio Conde.
Dicha iniciativa, dijo, también debe contemplar sanciones a aquellos laboratorios que estén vendiendo este tipo de productos y tratamientos a personas que no son especialistas en medicina estética.
Actualmente, informó que la cirugía estética más demanda en México es la lipoescultura y entre los procedimientos médicos está la aplicación de toxina botulínica.
Sin embargo, advirtió que el riesgo de que una cirugía como la lipoescultura no sea realizada por un médico especialista, puede ser tan grande como la muerte.
El paciente debe saber que este tipo de cirugías no se pueden realizar en cualquier lugar, que requiere ciertos estudios previos y una valoración cardiológica, además, no se deben aceptar varias cirugías al mismo tiempo, lo que puede incrementar el riesgo de complicaciones.
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