Continúan las denuncias por parte de diversas empresas en contra de funcionarios del IMSS-Bienestar, quienes desde su llegada han incurrido en malas prácticas, sobre todo para quienes prestan los servicios de limpieza y seguridad.
Los quejosos señalan a Juan Carlos Cardona Aldave, titular de la Unidad de Administración y Finanzas y a María Fernanda Heraldez Ríos, coordinadora de Servicios de Administración, de querer imponer en el caso de limpieza a Ocram Seyer, empresa que ha sido señalada en varias ocasiones por incurrir en malas prácticas y no dotar a sus empleados de las prestaciones de ley.
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De acuerdo con fuentes de la empresa Tasefi quien presta el servicio actualmente en diversas instalaciones, la forma de operar de dichos funcionarios que no tienen más de un mes en el cargo, es solicitar un porcentaje del costo de los servicios ya prestados a cambio de agilizar el pago, de lo contrario retrasan el pago por varias semanas para generar en las empresas un desequilibrio económico a fin de que no cumplan con sus obligaciones y así tener argumentos para instalar a la nueva empresa.
Con estas acciones se pone en peligro el salario y la fuente de trabajo de al menos 10 mil trabajadores de limpieza en todo el país, prueba de ello es que en diferentes entidades del país como Oaxaca y Guerrero, trabajadores de limpieza de otras empresas, incluso se han manifestado por la falta de pago, derivado de la retención de pagos por parte de la institución.
Y es que a pesar de que el servicio de limpieza es fundamental en una institución que brinda cuidados médicos, los empresarios denuncian que dichos funcionarios ponen como prioridad sus intereses personales al bien común.
Cabe recordar que familiares de diversos pacientes, han denunciado la falta de higiene en los hospitales del IMSS-Bienestar, lo que ha provocado la muerte de varias personas, a inicio de mes en la Ciudad de México, se detectaron dos casos de larvas o miasis en pacientes.
La respuesta de la autoridad fue que los pacientes se habían contagiado en otro sitio, pero los familiares denunciaron que había moscas en el hospital y los botes de basura ni siquiera tenían una bolsa, como obliga el protocolo de tratamiento de desechos en un hospital, y estaban rebasados de tubos desechables, plásticos y papel, para lo cual subieron a redes sociales una fotografía.
Se estima que las adjudicaciones que se han realizado o se buscan realizar de manera irregular, equivalen a 2 mil millones de pesos.
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