El actor hizo varias portadas para “Chicas” y“Ternura”
El actor Juan Antonio Edwards, quien fuera uno de los personajesestelares de las fotonovelas en la década de los setenta, dijo quebuscará la manera de revivir ese género, que fue trampolín en lacarrera de muchos actores, cantantes, modelos y futbolistas. “Sitodo sale bien, el próximo año regresarán a los puestos deperiódicos. Estoy platicando la idea con varios de mis compañerospara ver a quiénes les interesa, con quién cuento y con quiénno”, comentó a Notimex en entrevista. Admitió que en laactualidad existen muchos medios de entretenimiento para la gente,pero consideró que la idea es buena, sobre todo si se toma encuenta que la fotonovela de México trascendió fronteras llegandoa los lugares más recónditos. “Eran de las revistas máspopulares, las más leídas en el país y dieron empleo a 90 porciento de los actores de la época. Gracias a ellas, logramosreconocimiento, popularidad y un estatus en el medio artístico. Enlas secuencias fotográficas, Edwards compartió escena conVerónica Castro, Lucía Méndez, Héctor Bonilla y AmparoRivelles, entre otras personalidades. En una historia escrita porRicardo Rentería L. para la revista “Chicas”, el actorprotagonizó “Nuestra desolación”, al lado de GabrielaGoldsmith, quien en aquel en entonces, se hacía llamar Gabriela deLanda. También para “Chicas” hizo “Tus cartas de amor”junto a Verónica Castro y Gerardo Klein. Como exclusivo de“Ternura” estelarizó uno de los números más vendidos conAlma Delfina y Érika Buenfil en “En un lugar del cielo”, ydespués “Secreto entre mujeres” con Arlette Pacheco y LinaDurán. Junto a Silvia Vann y Cristina Molina participó en“Juventud impetuosa”, y al lado de Paula Parodi destacó en“Una chica desesperada”, también para “Ternura”. “Hetrabajado toda mi vida, prácticamente desde los 3 años, pero alos 18 empecé con las fotonovelas. Primero la hice del hijo dealguien, en uno de los casos, de Marga López y luego ya me dieronpapeles del galán joven hasta que alcancé a ser protagonista”,relató. Las fotonovelas, dijo, representaban una fuente de trabajomuy importante para los actores. “Ganábamos tan bien que si larenta de mi casa era de 3,000 o 5,000 pesos, con trabajar en unsolo número de la revista, la pagaba. Y si me pagaban tresnúmeros, hasta a Acapulco me iba de vacaciones. Lamento mucho quese haya terminado porque sí era una importante fuente de ingresospara muchas personas”. Era tanta la fama que él y varios de suscolegas alcanzaron, que en alguna ocasión se juntaron unas 20personas interesadas en que les diera su autógrafo “y hasta lapompa me pellizcaban”. (Notimex).