/ miércoles 11 de mayo de 2022

Te nombré en el silencio: el retrato del vía crucis de las madres buscadoras de El Fuerte

El cineasta José María Espinosa muestra en el documental la labor del grupo Las Rastreadoras de El Fuerte, que desde 2014 buscan a su hijos desaparecidos

Motivado por la problemática que se vive en el país y especialmente en su estado natal desde hace años, el cineasta sinaloense José María Espinosa decidió dar voz, a través de su trabajo, a las madres que ante la ineficacia de las autoridades se han dedicado a buscar ellas mismas a sus hijos desaparecidos.

Una de esas personas es Mirna Nereida Medina Quiñónez, cuya historia es el eje de la ópera prima de Espinosa, Te nombré en el silencio, un documental que retrata el arduo trabajo de Las Rastreadoras de El Fuerte, grupo encabezado por Mirna que, desde 2014, excavan en la tierra para encontrar restos de familiares y amigos desaparecidos.

Por si te interesa: Madres buscadoras de Sonora: ni las amenazas o la muerte las detienen para hallar a su familia

“Ser de Culiacán, Sinaloa y crecer rodeado con esa historia de violencia en nuestra tierra, te hace madurar como hombre y como ser humano, van creciendo las preocupaciones sobre ciertas cosas que pasan a tu alrededor, ya sea de forma directa o indirectamente, vas acumulando historias personales de gente que ya no está, está desaparecida o asesinada.

“Tuve la suerte de escoger un oficio en el que pudiera crear ciertos vehículos para tratar de remediar o hacer conciencia sobre esto”, afirmó el director en entrevista con El Sol de México.

Este documental contó con más de 96 horas de grabación, mismas que fueron resumidas en casi hora y media; para el director representó un gran reto sobre todo porque con tanto material pudo haber hecho más de cinco proyectos con diferentes perspectivas.

El objetivo fue claro desde el principio, no apostar por el morbo que pudiera generar la situación, ni aprovecharse del dolor ajeno, advirtió el cineasta.

Chema busca visibilizar la problemática que actualmente se vive en su estado y en el país entero, que se tomen cartas en el asunto por parte de las autoridades y, a la vez, contrarrestar el sentimiento de frustración e impotencia con una luz de fortaleza y esperanza, emanado por las mujeres que conforman el colectivo.

“Caer en el morbo es muy fácil en este tipo de proyectos, incluso sin querer. Conforme iba avanzando la trama íbamos pensando en cómo no repetir emociones, situaciones, queríamos presentar nuevas visiones que empujaran la narrativa.

“Lo que más me gusta (del documental) y lo que la gente no espera es la luz y la sombra, la dualidad del dolor, la pérdida y la angustia, pero también la entereza que tienen ellas, de este valor de la resiliencia, de la luminosidad que emana su situación y de este poder interior para enfrentar las tragedias”, aseguró Espinosa.

Mirna Nereida Medina busca a su hijo Roberto Corrales, desaparecido en 2014 en Los Mochis / Cortesía | ARTEGIOS

El cineasta acompañó a las rastreadoras de 2016 a 2019. Desde su creación hasta ahora, el colectivo ha encontrado más de 200 restos, de los cuales muy pocos han sido identificados.

Es por eso que ahora, el siguiente paso dijo Mirna Nereida Medina es solicitar a las autoridades la identificación exhaustiva de los hallazgos para que más casos queden esclarecidos.

“Ya para la búsqueda, aunque suene un poco presumida, nosotros casi somos expertas, ahorita lo que queremos es pasar a otro nivel, hay que exigir al gobierno que hagan la identificación forense.

“Tenemos a muchas personas localizadas en Sinaloa y todo el país, estamos hablando de un total de 30 mil personas localizadas que se encuentran en fosas comunes o en Semefos (Servicio Médico Forense), así que hay que encontrar la manera de identificar esos restos”, dijo Medina Quiñónez.

El documental estará disponible a partir del 12 de mayo en cines comerciales y circuitos de arte.

El siguiente trabajo de Espinosa se enfoca en la juventud, la música electrónica y la adicción a las metanfetaminas, lleva por título Bailando para no estar muerto.

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Motivado por la problemática que se vive en el país y especialmente en su estado natal desde hace años, el cineasta sinaloense José María Espinosa decidió dar voz, a través de su trabajo, a las madres que ante la ineficacia de las autoridades se han dedicado a buscar ellas mismas a sus hijos desaparecidos.

Una de esas personas es Mirna Nereida Medina Quiñónez, cuya historia es el eje de la ópera prima de Espinosa, Te nombré en el silencio, un documental que retrata el arduo trabajo de Las Rastreadoras de El Fuerte, grupo encabezado por Mirna que, desde 2014, excavan en la tierra para encontrar restos de familiares y amigos desaparecidos.

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“Ser de Culiacán, Sinaloa y crecer rodeado con esa historia de violencia en nuestra tierra, te hace madurar como hombre y como ser humano, van creciendo las preocupaciones sobre ciertas cosas que pasan a tu alrededor, ya sea de forma directa o indirectamente, vas acumulando historias personales de gente que ya no está, está desaparecida o asesinada.

“Tuve la suerte de escoger un oficio en el que pudiera crear ciertos vehículos para tratar de remediar o hacer conciencia sobre esto”, afirmó el director en entrevista con El Sol de México.

Este documental contó con más de 96 horas de grabación, mismas que fueron resumidas en casi hora y media; para el director representó un gran reto sobre todo porque con tanto material pudo haber hecho más de cinco proyectos con diferentes perspectivas.

El objetivo fue claro desde el principio, no apostar por el morbo que pudiera generar la situación, ni aprovecharse del dolor ajeno, advirtió el cineasta.

Chema busca visibilizar la problemática que actualmente se vive en su estado y en el país entero, que se tomen cartas en el asunto por parte de las autoridades y, a la vez, contrarrestar el sentimiento de frustración e impotencia con una luz de fortaleza y esperanza, emanado por las mujeres que conforman el colectivo.

“Caer en el morbo es muy fácil en este tipo de proyectos, incluso sin querer. Conforme iba avanzando la trama íbamos pensando en cómo no repetir emociones, situaciones, queríamos presentar nuevas visiones que empujaran la narrativa.

“Lo que más me gusta (del documental) y lo que la gente no espera es la luz y la sombra, la dualidad del dolor, la pérdida y la angustia, pero también la entereza que tienen ellas, de este valor de la resiliencia, de la luminosidad que emana su situación y de este poder interior para enfrentar las tragedias”, aseguró Espinosa.

Mirna Nereida Medina busca a su hijo Roberto Corrales, desaparecido en 2014 en Los Mochis / Cortesía | ARTEGIOS

El cineasta acompañó a las rastreadoras de 2016 a 2019. Desde su creación hasta ahora, el colectivo ha encontrado más de 200 restos, de los cuales muy pocos han sido identificados.

Es por eso que ahora, el siguiente paso dijo Mirna Nereida Medina es solicitar a las autoridades la identificación exhaustiva de los hallazgos para que más casos queden esclarecidos.

“Ya para la búsqueda, aunque suene un poco presumida, nosotros casi somos expertas, ahorita lo que queremos es pasar a otro nivel, hay que exigir al gobierno que hagan la identificación forense.

“Tenemos a muchas personas localizadas en Sinaloa y todo el país, estamos hablando de un total de 30 mil personas localizadas que se encuentran en fosas comunes o en Semefos (Servicio Médico Forense), así que hay que encontrar la manera de identificar esos restos”, dijo Medina Quiñónez.

El documental estará disponible a partir del 12 de mayo en cines comerciales y circuitos de arte.

El siguiente trabajo de Espinosa se enfoca en la juventud, la música electrónica y la adicción a las metanfetaminas, lleva por título Bailando para no estar muerto.

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