Ciudad de México.- De regresar a los escenarios junto a sus hermanos, Kevin Jonas no estaba seguro. “Hace dos años me preguntaron ¿y si nos volvemos a juntar? Lo primero que pensé fue: ‘Crees que alguien le va a importar?’”. Pero parecía que el mayor de los Jonas Brothers no se imaginaba lo que sus fans ansiaban por verlos de vuelta. “Esta noche a ustedes les importa”, agregó el cantante en el primero de dos shows en la Ciudad de México.
El Palacio de los Deportes fue el recinto donde 16 mil 500 fans se dieron cita para ver el regreso de Joe, Kevin y Nick a los escenarios. Y es que fue exactamente el 30 de octubre de 2013 cuando anunciaron su separación como banda y ahora, seis años después, vuelven a encontrarse con su público.
Envueltos en una avalancha de gritos, saltos y euforia que no paró durante los 90 minutos que la banda tocó, los Jonas Brothers dieron inicio a su show a las 21:40 con Rollercoaster, en la que aparecieron los tres desde una plataforma que descendió desde lo alto hasta el centro del escenario y con una pirotecnia de fondo.
La agrupación hizo un recorrido por éxitos como S.O.S. y Fly with me, con la que recordaron la época en la que se dieron a conocer como unas figuras de Disney Channel. Pero también dieron muestra de sus cambios musicales con Cool y Only human, pertenecientes a su más reciente disco, Happiness Begins y que también da nombre a su gira.
Los problemas de audio en los micrófonos de los tres integrantes parecieron no importarles a las fans, pues fueron ellos quienes se encargaron de ponerle letra a las canciones mientras el trío de hermanos corría de un extremo a otro del escenario para señalar a su público y ponerlos a brincar.
La locura se desató cuando sonó Hesitate y Joe, Kevin y Nick bajaron del escenario para caminar sobre un pasillo en medio del recinto que los llevó al otro extremo y donde cantaron sobre una plataforma giratoria que se fue elevando lentamente. En ese mismo espacio, el grupo cumplió las peticiones de sus fans al cantar temas como Runaway.
En medio de la euforia, el grupo dio oportunidad para mostrar sus facetas como solistas. Primero lo hizo Nick, cantando Jealous junto a sus hermanos. Y luego vino Joe, que encendió al público con Cake by the ocean en medio de una fiesta donde unos inflables bailaban al ritmo.
When you look me in the eyes y I believe le pusieron el toque romántico a la noche. El cual fue contrastado con un megamix que incluyó Mandy, Paranoid, Hold on y Tonight. Pero fue con Lovebug que la pirotecnia hizo estallar gritos a la par que el público iluminó el recinto con sus celulares a los que les colocaron papeles verdes, blanco y rojo para colorear el Palacio de los Deportes, para después cerrar con Burning Up y Sucker.
GB