Ciudad de México.- Ante una multitud incansable, Iron Maiden ofreció el primero de tres conciertos en el Palacio de los Deportes, donde la energía de la banda y los diferentes escenarios que presentaron hicieron retumbar el Domo de Cobre con gran euforia.
A las 21:05 horas, las luces se apagaron y un destello de luces salió del escenario. La figura de Steve Harris, Dave Murray, Adrian Smith, Bruce Dickinson, Nicko McBrain y Janick Gers, sus seis integrantes, provocó una bomba de gritos en todas las partes del recinto. En lo alto, un avión bélico colgaba y se movía de un lado a otro como la masa de gente que saltaba al ritmo de Aces high, canción con la que abrieron el espectáculo.
“Ciudad de México. Sean bienvenidos al The Legacy of the beats tour”, gritó Dickinson para recibir a los 21 mil 650 fans que agotaron las localidades y que no pararon de agitar los puños y melenas con 2 minutes to midnight, Where eagles dare o The clansman, esta última acompañada de las voces de los fans que repetían “¡Freedom, freedom! (¡Libertad, libertad!) al ritmo del metal.
La banda, que recorrió mayormente sus éxitos de los años ochenta, presentó una producción con pirotecnia, murales al fondo del escenario que cambiaban cada canción y elementos teatrales como Eddie, el gigante que apareció con una espada para pelear contra Dickinson, pero que fue derrotado con la bandera del Reino Unido y una de México que ocupó el vocalista mientras interpretaba The trooper.
Sin bajar el ánimo, la banda recorrió todo el escenario, usó algunos sombreros de charro y no paró de animar a los espectadores que se paraban de sus asientos cada que reconocían alguna canción.
Este concierto sirvió como el punto de partida de Iron Maiden para presentar su gira The Legacy of the Beast World Tour en América Latina, pues además de los dos conciertos que dará el domingo y lunes en en Palacio de los Deportes, la banda tiene agendadas presentaciones en Brasil, Argentina y Chile, donde concluirá sus presentaciones.
GB