“José José... si se pudo... si se pudo, fue el grito que dio la bienvenida al Príncipe de la Canción a la Basílica de Guadalupe, acompañado por fuertes aplausos. Sin embargo, el canto a la Virgen: “La Guadalupana... La Guadalupana bajó al Tepeyac...estremeció a los presentes en el recinto católico.
Enseguida, las porras a José José, no cesaron al momento en que fotos y portadas de sus discos se levantaron a lo alto.
José Joel, Marisol, su esposo y Anel custodiaron el féretro dorado, el cual se colocó frente al altar mayor, con gran foto del cantante joven, vestido de esmoquin.
Monseñor Guillermo Moreno Bravo, canónigo de la Basílica de Guadalupe, fue el encargado de celebrar la misa de cuerpo presente y de aclarar que no era un homenaje ni una celebración artística.
La Estudiantina de La Salle, dirigida por Irving Cuevas, ejecutó los cánticos litúrgicos.
Cerca de las 15:00 horas los acordes de Amar y Querer sonaron en la Basílica, lo que provocó gritos, porras y júbilo de los simpatizantes del cantante capitalino.
El prelado elevó una oración y pidió con Fe a Dios, por todos los vivos y casualmente los santos. “Y que el momento del juicio sea misericordioso con nuestro hermano José Rómulo Sosa Ortiz, “José José”, para que la muerte de sus culpas reconciliado con el padre y llevado sobre los hombros del buen pastor y agregado alto del Rey eterno disfruto para siempre de la gloria eterna y la compañía de los santos.
Jesús Vázquez Estupillan, uno de sus amigos que colaboró con él, cuando se presentaba en el Centro Nocturno, El Patio,fue uno de los organizadores de la celebración.
Al término de la celebración religiosa, Marisol, hija de José Rómulo Sosa Ortiz entonó la alabanza “Cara a Cara” de Marcos Vidal.
Luego su hijo José Joel cantó un para de melodías que hiciera famosas el Principe de la Canción: Amar y Querer, la cual corearon embelesados ... luego
Cómo fue.. “ no sé decirte cómo fue.... pero de ti me enamoré...”
Hecho que a decir de los presentes fue uno de los momentos más emotivos de la celebración religiosa.
A las 15:16 salió de la Basílica el ataúd que guardan parte de las cenizas del conocido intérprete de El Triste, rumbo a la colonia Claveria, donde vivió su infancia.
A la salida del recinto, cientos de personas se colocaron en la valla que instrumentaron los policías sobre calzada de los Misterios, para ver el paso del cortejo fúnebre y para darle el último adiós, a el inolvidable José José.