/ viernes 22 de noviembre de 2019

SCT ocupa al Ejército como brazo constructor del gobierno

Para cumplir con la austeridad, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le asignará carreteras, puertos, ferrocarriles y otras obras

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construirá las carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, infraestructura de telecomunicaciones, sistemas satelitales y otras obras que le asigne la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

La Dirección General de Ingenieros será la encargada de la ejecución de las obras, así se estableció en las Bases de Colaboración para la Construcción de Infraestructura que firmaron el titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, y el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Dichas bases se suscriben en el marco de las disposiciones de austeridad y el ajuste del gasto corriente, precisa el documento al que tuvo acceso El Sol de México. "La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Dirección de Ingenieros, será la única responsable de la ejecución de las obras que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le encomiende”, señala.

El Ejército tiene capacidad y recursos materiales, humanos y técnicos, para la materialización de las obras, asegura el acuerdo vigente desde el 16 de julio pasado y hasta el 30 de septiembre de 2024.

Para cumplir el encargo, en el acuerdo se estableció que la Sedena, por conducto de la Dirección General de Ingenieros, nombrará a un ingeniero residente para la administración y realización de la obra contratada, mientras que la SCT nombrará a un ingeniero supervisor.

“El Ejército va a construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, en la base militar. Ellos tienen capacidad para hacerlo y se le están asignando ya recursos en el presupuesto que está por aprobarse. Con ese propósito estamos confiando al Ejército la construcción de las pistas y de la terminal, y todo”, adelantó el Presidente de la República desde finales de 2018.

Anteriormente, las fuerzas armadas construyeron obra pública para el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la Secretaría de Educación Pública, el Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales (Indaabin), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La Sedena tuvo complicaciones para levantar la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) durante 2017, lo que implicó un incremento en el precio de la obra, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En su informe de la cuenta pública de ese año, el órgano fiscalizador señaló que la Sedena “no contó con la capacidad técnica, material y humana para ejecutar la obra”.

El Ejército fue contratado en el sexenio de Enrique Peña Nieto por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) y el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed).

Los militares construyeron 426 obras para albergar y atender a la tropa de la Sedena. Uno de estos proyectos es el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones Mantenimiento de Paz México (Cecopam), en donde se preparan a los llamados cascos azules para apoyar a las acciones militares de pacificación en países donde hay guerra.

Se encargaron también de la edificación del Centro Militar de Ciencias de la Salud, de hospitales militares y unidades médicas en Ciudad de México, Chiapas, Baja California Sur, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Puebla, Yucatán, Oaxaca y otras entidades del país.

Modernizaron las instalaciones de la Base Aérea de Santa Lucía, renivelaron de la Calle de Rodaje Bravo, dieron mantenimiento mayor a las puertas de los hangares de la Base Aérea de Santa Gertrudis, Chihuahua y construyeron los hangares para helicópteros Black Hawk en las Bases Militares de Culiacán y Monterrey.

También desmantelaron una veintena de gasolineras en varios regimientos militares y depósitos de servicios periciales.

En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Ejército colabora con la Secretaría del Bienestar en la plantación y producción de árboles frutales.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construirá las carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, infraestructura de telecomunicaciones, sistemas satelitales y otras obras que le asigne la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

La Dirección General de Ingenieros será la encargada de la ejecución de las obras, así se estableció en las Bases de Colaboración para la Construcción de Infraestructura que firmaron el titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, y el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Dichas bases se suscriben en el marco de las disposiciones de austeridad y el ajuste del gasto corriente, precisa el documento al que tuvo acceso El Sol de México. "La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de la Dirección de Ingenieros, será la única responsable de la ejecución de las obras que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le encomiende”, señala.

El Ejército tiene capacidad y recursos materiales, humanos y técnicos, para la materialización de las obras, asegura el acuerdo vigente desde el 16 de julio pasado y hasta el 30 de septiembre de 2024.

Para cumplir el encargo, en el acuerdo se estableció que la Sedena, por conducto de la Dirección General de Ingenieros, nombrará a un ingeniero residente para la administración y realización de la obra contratada, mientras que la SCT nombrará a un ingeniero supervisor.

“El Ejército va a construir el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, en la base militar. Ellos tienen capacidad para hacerlo y se le están asignando ya recursos en el presupuesto que está por aprobarse. Con ese propósito estamos confiando al Ejército la construcción de las pistas y de la terminal, y todo”, adelantó el Presidente de la República desde finales de 2018.

Anteriormente, las fuerzas armadas construyeron obra pública para el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la Secretaría de Educación Pública, el Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales (Indaabin), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La Sedena tuvo complicaciones para levantar la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) durante 2017, lo que implicó un incremento en el precio de la obra, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En su informe de la cuenta pública de ese año, el órgano fiscalizador señaló que la Sedena “no contó con la capacidad técnica, material y humana para ejecutar la obra”.

El Ejército fue contratado en el sexenio de Enrique Peña Nieto por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) y el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed).

Los militares construyeron 426 obras para albergar y atender a la tropa de la Sedena. Uno de estos proyectos es el Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones Mantenimiento de Paz México (Cecopam), en donde se preparan a los llamados cascos azules para apoyar a las acciones militares de pacificación en países donde hay guerra.

Se encargaron también de la edificación del Centro Militar de Ciencias de la Salud, de hospitales militares y unidades médicas en Ciudad de México, Chiapas, Baja California Sur, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Puebla, Yucatán, Oaxaca y otras entidades del país.

Modernizaron las instalaciones de la Base Aérea de Santa Lucía, renivelaron de la Calle de Rodaje Bravo, dieron mantenimiento mayor a las puertas de los hangares de la Base Aérea de Santa Gertrudis, Chihuahua y construyeron los hangares para helicópteros Black Hawk en las Bases Militares de Culiacán y Monterrey.

También desmantelaron una veintena de gasolineras en varios regimientos militares y depósitos de servicios periciales.

En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Ejército colabora con la Secretaría del Bienestar en la plantación y producción de árboles frutales.

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