México.- Con el objetivo de apoyar a las mujeres jefas de familia que producen bordados, alimentos y siembran, la Flor de Piña surge con la finalidad de conectar a ellas con sus consumidores.
El objetivo es reivindicar el trabajo femenino, “porque creemos que el empoderamiento de las mujeres debe ser también económico”.
Así lo afirmó Arianna Onofre, una profesionista que regresa al hogar con un proyecto brazo el brazo, en el que desea incluir a la comunidad que la vio nacer en su natal Oaxaca.
“Las manos de nuestras mujeres combinan mil colores en las blusas bordadas o en los tejidos de telar de cintura, sazonan el quesillo que no puede faltar en cualquier comida del día, y fríen los platanitos que servirán como botana o lunch”, lo que se convierte solo en una pequeña muerta de todo lo que saben y pueden hacer, afirma.
Entrevistada en La Prensa, detalló que al ver la pobreza en que viven miles de familias en su estado, y ver todo lo que saben hacer decidió involucrarse en los procedimientos de producción, pero aún más en hacer que se vean a nivel nacional e internacional.
Por ahora, dijo: “Ofrecemos principalmente en la Ciudad de México, productos típicos de los estados de Oaxaca y Veracruz, con particular énfasis en la región de la Cuenca del Papaloapan, todos hechos a mano y adquiridos mediante el comercio justo”.
Añadió que es común en nuestra cultura mexicana el regatear, aunque sostuvo que la falta de experiencia en el comercio hace que artesanos terminen castigando su ganancia para comer y a veces tiene que tener trabajos alternos para obtener dinero para invertir de nuevo, por lo que llamó a evitar con ellos esta práctica y al contrario pagar todo ese valor agregado que tiene una prenda o alimento, en los que a veces se invierte días u horas de trabajo.
Finalmente hizo un llamado a comprar los productos de artesanos, de cualquier parte del país, porque con eso llevan el sustento a su hogar.