El cierre de julio ha revelado un aumento significativo en la importación de vehículos pesados usados, con un total de 1,493 unidades, según el reporte de comercio exterior de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). Este incremento del 119.9% se compara con el mismo mes del año 2022.
Miguel Elizalde, presidente de ANPACT, destacó que los datos acumulados de enero a julio también reflejan un aumento considerable del 98.3%. Este salto equivale a 4,306 vehículos pesados más en comparación con el mismo período del año anterior, sumando un total de 8,538 unidades en el actual periodo.
El aumento en la demanda de vehículos pesados, tanto nuevos como usados, ha sido notable. Las ventas al menudeo de vehículos pesados nuevos en los primeros siete meses del año representaron tan solo el 33.1%, en comparación con un impresionante 98.3% de unidades usadas en el mismo período.
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Las asimetrías regulatorias entre Estados Unidos y México, junto con el tipo de cambio y la creciente demanda en Norteamérica, se señalan como las principales razones detrás de este crecimiento. Un dato relevante es que, en 2022, por cada cien vehículos nuevos vendidos se importaron 20 unidades usadas. Sin embargo, en lo que va de 2023, esta proporción aumentó a 100 vehículos nuevos por cada 30 usados importados.
Miguel Elizalde enfatizó que el 41% de los vehículos pesados usados importados al país tienen más de 10 años de antigüedad y no cumplen con las normativas ambientales de los vehículos nuevos. Si bien entran legalmente a México, estos vehículos no tienen relación con el programa de regularización de "autos chocolate". Además, están diseñados para cargar menos peso, lo que aumenta los riesgos en términos de seguridad vial y tiene un mayor impacto ambiental.
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Para modernizar la flota, ANPACT resalta la necesidad de impulsar incentivos verdes, financiamiento de la banca de desarrollo, profesionalización, actualización del marco regulatorio y supervisión del mismo. Además, subraya la importancia de contar con infraestructura energética, como el abasto estratégico de Diesel de Ultra Bajo Azufre, gas natural vehicular, electrolineras y estaciones de hidrógeno verde.
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El llamado es también a colaborar con las autoridades mexicanas para lograr la transición cero emisiones y apoyar la renovación de flotas y el cambio hacia unidades más nuevas y eficientes. El análisis de datos revela que el 95% de los vehículos usados ingresaron por nueve aduanas, incluyendo Nuevo Laredo, Chihuahua, Tijuana, entre otras.
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