/ martes 24 de diciembre de 2019

Disminuye importación de bacalao desde Noruega

Con la demanda y menores importaciones aumenta la posibilidad de engaño al consumidor

Este año, las importaciones de bacalao desde Noruega, el mayor productor del mundo, disminuyeron 12 por ciento respecto al año previo.

De acuerdo con el Sistema de Información Arancelaria Vía Internet, de la Secretaría de Economía, México compró a ese país mil 201 toneladas entre enero y octubre, un volumen 12 por ciento menor al del mismo periodo del año pasado y el más bajo en casi una década.

La mayor parte del pescado que entra al país es de la variedad Ling, que en México se comercializa como bacalao sin piel y sin espinas, y que en buena parte es enviado desde Noruega por la empresa Jangaard Export, una de las principales exportadoras de ese producto, el cual llegó al país como parte de la cocina española.

Los registros comerciales indican que las importaciones del producto aumentan con motivo de la celebración de la Semana Santa en México, pero principalmente en los meses previos a las celebraciones de Navidad y Año nuevo, y con especial énfasis en el mes de octubre de cada año.

Del origen, este año 100 por ciento del producto se importó de Noruega, pero otros años también de países como Japón, España, Portugal y Estados Unidos. Con un menor volumen importado este año crece la posibilidad de que el producto, que se vende en unos 300 pesos el kilo, sea sustituido por uno de menor precio.

Fuente: Sistema de Información Arancelaria Vía Internet

Oceana, una organización internacional que protege los mares, alertó recientemente que por el volumen de importación en México el bacalao no es suficiente para cubrir la demanda, por lo que se engaña a los consumidores, a quienes en vez de bacalao se les vende tiburón, raya o tilapia, especies más baratas en el mercado.

Un estudio demostró que en las pescaderías, el engaño llega a 55 por ciento; en los restaurantes, a 40 por ciento y en supermercados, a 4.5 por ciento.

No hay bacalao barato, y si se encuentra bacalao a precio bajo, lo más probable es que sea un fraude, advierte la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Una manera de verificar la autenticidad del bacalao es que el producto incluya una etiqueta azul con un pez y las letras MSC, certificación que otorga una organización internacional.

Este año, las importaciones de bacalao desde Noruega, el mayor productor del mundo, disminuyeron 12 por ciento respecto al año previo.

De acuerdo con el Sistema de Información Arancelaria Vía Internet, de la Secretaría de Economía, México compró a ese país mil 201 toneladas entre enero y octubre, un volumen 12 por ciento menor al del mismo periodo del año pasado y el más bajo en casi una década.

La mayor parte del pescado que entra al país es de la variedad Ling, que en México se comercializa como bacalao sin piel y sin espinas, y que en buena parte es enviado desde Noruega por la empresa Jangaard Export, una de las principales exportadoras de ese producto, el cual llegó al país como parte de la cocina española.

Los registros comerciales indican que las importaciones del producto aumentan con motivo de la celebración de la Semana Santa en México, pero principalmente en los meses previos a las celebraciones de Navidad y Año nuevo, y con especial énfasis en el mes de octubre de cada año.

Del origen, este año 100 por ciento del producto se importó de Noruega, pero otros años también de países como Japón, España, Portugal y Estados Unidos. Con un menor volumen importado este año crece la posibilidad de que el producto, que se vende en unos 300 pesos el kilo, sea sustituido por uno de menor precio.

Fuente: Sistema de Información Arancelaria Vía Internet

Oceana, una organización internacional que protege los mares, alertó recientemente que por el volumen de importación en México el bacalao no es suficiente para cubrir la demanda, por lo que se engaña a los consumidores, a quienes en vez de bacalao se les vende tiburón, raya o tilapia, especies más baratas en el mercado.

Un estudio demostró que en las pescaderías, el engaño llega a 55 por ciento; en los restaurantes, a 40 por ciento y en supermercados, a 4.5 por ciento.

No hay bacalao barato, y si se encuentra bacalao a precio bajo, lo más probable es que sea un fraude, advierte la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

Una manera de verificar la autenticidad del bacalao es que el producto incluya una etiqueta azul con un pez y las letras MSC, certificación que otorga una organización internacional.

Policiaca

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