Para dejar de lado las polémicas con el gobierno federal mexicano y Pemex, la brasileña Braskem optó por invertir 400 millones de dólares en una terminal de almacenamiento de etano en Veracruz para su importación. Este producto es el que se va a usar en su planta Etileno XXI y, si Pemex TRI necesita, se le puede incluso vender.
La operación es con recursos propios y hasta ahora se tiene el 40 por ciento de avance en la ingeniería de la terminal portuaria que va a estar en Pajaritos, Veracruz. Los planes de la empresa es que esté funcionando al 100 por ciento en el último trimestre de 2024. Su manejo será totalmente privado y el etano será traído de Texas en forma líquida, de manera similar a las terminales de Gas Natural Licuado que se tienen en Altamira y Manzanillo.
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Cleantho de Paiva Leite, director de Relaciones Institucionales y Desarrollo de Nuevos Negocios de Braskem, explicó a El Sol de México que la terminal de importación de etano no altera el contrato que tiene con Pemex y que va a mantenerse por los siguientes 15 años, pero comprarle materia prima a la empresa productiva del Estado depende al 100 por ciento de que tengan producción suficiente.
“Los últimos seis meses han sido muy tensos, cerramos el acuerdo con Pemex -el de revisión del contrato- y se establecieron las bases para tener un convivio correcto dentro de las limitaciones de la producción de etano nacional, pero también hay el entendimiento de que hay nuevos compromisos y la facilitación y soporte para tener acceso a terrenos y derechos de vía de una inversión muy importante que va a servir para complementar la producción de etano nacional”, dijo.
La realidad, explicó, es que cuando se firmó el contrato se hizo en función de una perspectiva diferente. En ese momento se pensaba que se iba a dar una producción de gas natural suficiente para desarrollar una industria privada consumidora del mismo. No fue así, Pemex no tiene suficiente hidrocarburo para atender sus propias necesidades, y por eso mejor se hace la inversión para tener materia prima y atender la creciente demanda.
“La terminal permitirá un suministro alternativo de materia prima y generará múltiples beneficios para la región en materia de empleos de calidad, económicos y para el mercado de derivados del gas etano. Esto sustituirá la operación Fast Track, que consiste en la importación de etano por barco y trasvase a camiones, que la empresa realiza desde 2020 en menor escala, para dar estabilidad operativa a su complejo petroquímico en Nanchital”, dijo.
El directivo explicó que entre los acuerdos que se firmaron en octubre del año pasado con Pemex, en los que se ajustan las condiciones de su contrato de suministro, está el convenio para desarrollar la terminal cuya construcción va a empezar en abril próximo.
La idea, detalló, es tener acceso a diversas fuentes de materia prima para poder producir polietilenos a plena capacidad y abastecer al mercado local e internacional.
El acuerdo, que está sujeto a la aprobación final de los Consejos de Administración de ambas partes, así como de acreedores de BI, espera resolver diferencias históricas que venían siendo discutidas por las partes, y establecer nuevos compromisos de volumen y precios para el suministro de etano de Pemex a Etileno XXI.
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