Puebla, 31 May (Notimex).- En el nuevo milenio, los psicólogosse enfrentan a nuevos retos, muy diferentes a los que sortearon enlas décadas de los 80 y 90; hoy, los problemas que deben vencerson el intruismo y la usurpación de la profesión, reveló HéctorCerezo Huerta, docente en el Instituto Universitario Carl Rogers.El también investigador argumentó que en los últimos años,personas de otras áreas o en el peor de los casos, gente que tienesólo estudios de nivel medio superior, ejercen psicoterapia,desarrollo humano, consultorio organizacional, trabajo clínico confamilias. Así como asesoría educativa y hasta docencia eninvestigación, situación que alarma a los verdaderosprofesionales en salud social. Para los psicólogos, -explicó- elintrusismo es el nombre que se le da a la intromisión de funcionesde personas que no son de nuestra área; mientras que lausurpación de profesiones es el nombre del delito en el CódigoPenal. La psicología como área de conocimiento tiene más de dosmil años, pero como ciencia es muy joven, porque no tiene más 165años catalogada como tal. El primer Código Ético del Psicólogose publicó en México en 1984 y se volvió a revisar hasta 1992,lo que da muestra que la preocupación de la ética en lapsicología es muy reciente. “La carrera de psicología se ubicaentre el quinto y sexto lugar como la carrera profesional másestudiada en el país; siendo los estados de Puebla, Jalisco,Ciudad de México y Estado de México, las entidades que másescuelas de psicología tienen, que más psicólogos forman, y delas cuales egresan más”, aseveró. Héctor Cerezo mencionó queotro reto que enfrentan, tal vez en México no es muy común, peroya hay importantes indicios en Estados Unidos, es la participaciónde psicólogos en el diseño de nuevos métodos de tortura. “Hacepoco se anunció que psicólogos, miembros de la AsociaciónAmericana de Psicología y Psiquiatría, máximo órgano rector delos psicólogos, participaron en el diseño de nuevos métodos detortura, para hacer utilizados en diversas sedes militares depaíses contrarios, como el uso de música, privación sensorial.Además de darles de comer carne de cerdo o que vean pornografíacomo métodos de tortura y que son violatorios de su dignidad comopersona y de sus propias creencias”, comentó. Les preocupatambién la participación de psicólogos en peritajes de juiciosorales, que no se sepa si practican o no la confidencialidad, laresponsabilidad, temas de los que siempre se han hablado, pero quea la práctica siguen apareciendo. Un dilema más que padecen lospsicólogos es que actualmente no se cuenta en México con unverdadero registro de cuántas personas se dedican a ejercer estaactividad denominada “coaching” y que muchos de ellos estánsin formación alguna en el área de la salud mental y psicosocial.La Federación Internacional de Coaching (ICF por su siglas eninglés) presentó un estudio en el 2015 en el cual reporta que elnúmero de coachings en México duplica el número de psicólogoscon cédula profesional en el territorio nacional. “Hoy parecehaber entrenadores para todo, para el amor, para académicos, paraescolar, profesional, pero lo preocupante de todo es que esasáreas y esas funciones son propias de los psicólogos. “No depersonas que tomaron un curso de fin de semana o algunos meses encomparación con una preparación de psicólogos de cuatro años deestudios, posgrados, congresos, talleres y más”, subrayó. Porsu parte, Samuel Mejía Rodríguez, rector del InstitutoUniversitario Carl Rogers, habló sobre la importancia de contarcon un nuevo Código Ético, en el que prevalezca la importancia derespetar los derechos de los pacientes, respetar la dignidad de laspersonas. Durante una mesa de análisis sobre la Ética, abordaronlos ejes: El Código ético del psicólogo del siglo XXI, Losdilemas éticos a los que se presentan los psicólogos, y laspropuestas del Instituto Universitario Carl Rogers. MejíaRodríguez propuso que los psicólogos, desde las escuelas, seformen con un enfoque humanista que permita repensar las cosas,deliberar el para qué, el por qué, cómo y cuándo, a diferenciade otros psicólogos que solo están pensando en el cómo ejercer.Los especialistas se pronunciaron por la dignificación de lafunción, y para ello la importancia de informar a la poblaciónsobre la verdadera función del psicólogo. Asimismo, que lasociedad aprenda a demandar quiénes son profesionales paraprocesos terapéuticos, que obliguen a sus terapeutas a demostrarsus certificados que los avalan como especialista en el ramo.También proponen llevar estas propuestas a un grupo de escuelasque forman psicoterapeutas para crear una sociedad, que permita darcertificación a los profesionales y promover la salud entre lasociedad, de una manera clara. Se trata de escuelas de psicologíade Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Estado de México y otraspartes de la República Mexicana. Los especialistas cuestionaron elsilencio de organismos profesionales como la Sociedad Mexicana dePsicología, Asociación Mexicana de Alternativas de Psicología.Al igual que el Colegio Nacional de Psicológicos, FederaciónNacional de Instituciones y Escuelas de Psicología, que no sepronuncian respecto a la regulación de prácticas que handemostrado ser no terapéuticas, otras han demostrado efectosperversos en quienes acuden a terapias a cargo de no profesionales.Notimex
Puebla, 31 May (Notimex).- En el nuevo milenio, los psicólogosse enfrentan a nuevos retos, muy diferentes a los que sortearon enlas décadas de los 80 y 90; hoy, los problemas que deben vencerson el intruismo y la usurpación de la profesión, reveló HéctorCerezo Huerta, docente en el Instituto Universitario Carl Rogers.El también investigador argumentó que en los últimos años,personas de otras áreas o en el peor de los casos, gente que tienesólo estudios de nivel medio superior, ejercen psicoterapia,desarrollo humano, consultorio organizacional, trabajo clínico confamilias. Así como asesoría educativa y hasta docencia eninvestigación, situación que alarma a los verdaderosprofesionales en salud social. Para los psicólogos, -explicó- elintrusismo es el nombre que se le da a la intromisión de funcionesde personas que no son de nuestra área; mientras que lausurpación de profesiones es el nombre del delito en el CódigoPenal. La psicología como área de conocimiento tiene más de dosmil años, pero como ciencia es muy joven, porque no tiene más 165años catalogada como tal. El primer Código Ético del Psicólogose publicó en México en 1984 y se volvió a revisar hasta 1992,lo que da muestra que la preocupación de la ética en lapsicología es muy reciente. “La carrera de psicología se ubicaentre el quinto y sexto lugar como la carrera profesional másestudiada en el país; siendo los estados de Puebla, Jalisco,Ciudad de México y Estado de México, las entidades que másescuelas de psicología tienen, que más psicólogos forman, y delas cuales egresan más”, aseveró. Héctor Cerezo mencionó queotro reto que enfrentan, tal vez en México no es muy común, peroya hay importantes indicios en Estados Unidos, es la participaciónde psicólogos en el diseño de nuevos métodos de tortura. “Hacepoco se anunció que psicólogos, miembros de la AsociaciónAmericana de Psicología y Psiquiatría, máximo órgano rector delos psicólogos, participaron en el diseño de nuevos métodos detortura, para hacer utilizados en diversas sedes militares depaíses contrarios, como el uso de música, privación sensorial.Además de darles de comer carne de cerdo o que vean pornografíacomo métodos de tortura y que son violatorios de su dignidad comopersona y de sus propias creencias”, comentó. Les preocupatambién la participación de psicólogos en peritajes de juiciosorales, que no se sepa si practican o no la confidencialidad, laresponsabilidad, temas de los que siempre se han hablado, pero quea la práctica siguen apareciendo. Un dilema más que padecen lospsicólogos es que actualmente no se cuenta en México con unverdadero registro de cuántas personas se dedican a ejercer estaactividad denominada “coaching” y que muchos de ellos estánsin formación alguna en el área de la salud mental y psicosocial.La Federación Internacional de Coaching (ICF por su siglas eninglés) presentó un estudio en el 2015 en el cual reporta que elnúmero de coachings en México duplica el número de psicólogoscon cédula profesional en el territorio nacional. “Hoy parecehaber entrenadores para todo, para el amor, para académicos, paraescolar, profesional, pero lo preocupante de todo es que esasáreas y esas funciones son propias de los psicólogos. “No depersonas que tomaron un curso de fin de semana o algunos meses encomparación con una preparación de psicólogos de cuatro años deestudios, posgrados, congresos, talleres y más”, subrayó. Porsu parte, Samuel Mejía Rodríguez, rector del InstitutoUniversitario Carl Rogers, habló sobre la importancia de contarcon un nuevo Código Ético, en el que prevalezca la importancia derespetar los derechos de los pacientes, respetar la dignidad de laspersonas. Durante una mesa de análisis sobre la Ética, abordaronlos ejes: El Código ético del psicólogo del siglo XXI, Losdilemas éticos a los que se presentan los psicólogos, y laspropuestas del Instituto Universitario Carl Rogers. MejíaRodríguez propuso que los psicólogos, desde las escuelas, seformen con un enfoque humanista que permita repensar las cosas,deliberar el para qué, el por qué, cómo y cuándo, a diferenciade otros psicólogos que solo están pensando en el cómo ejercer.Los especialistas se pronunciaron por la dignificación de lafunción, y para ello la importancia de informar a la poblaciónsobre la verdadera función del psicólogo. Asimismo, que lasociedad aprenda a demandar quiénes son profesionales paraprocesos terapéuticos, que obliguen a sus terapeutas a demostrarsus certificados que los avalan como especialista en el ramo.También proponen llevar estas propuestas a un grupo de escuelasque forman psicoterapeutas para crear una sociedad, que permita darcertificación a los profesionales y promover la salud entre lasociedad, de una manera clara. Se trata de escuelas de psicologíade Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Estado de México y otraspartes de la República Mexicana. Los especialistas cuestionaron elsilencio de organismos profesionales como la Sociedad Mexicana dePsicología, Asociación Mexicana de Alternativas de Psicología.Al igual que el Colegio Nacional de Psicológicos, FederaciónNacional de Instituciones y Escuelas de Psicología, que no sepronuncian respecto a la regulación de prácticas que handemostrado ser no terapéuticas, otras han demostrado efectosperversos en quienes acuden a terapias a cargo de no profesionales.Notimex