El mundo paranormal ha generado, durante varias décadas, constantes debates y polémicas, por su existencia, desde los que aseguran ser estudiosos de estos fenómenos hasta los que buscan desmentirlos, pero algo es cierto, y es que cada vez son más las imágenes y videos que hacen dudar a los escépticos sobre la existencia de la vida más allá de la muerte; así como de la existencia de ángeles y demonios.
Un caso que pone a dudar a propios y extraños es la muerte del espiritista Colin Grant y su último exorcismo y su trágico fin dentro de uno de los cementerios más embrujados del mundo.
El cementerio de de los Frailes Grises se ubica en Escocia y se remonta a los años 1600 cuando tras una batalla entre presbiterianos Convenanters y tropas del gobierno, que los perseguían por sus creencias religiosas, terminó en masacre, pues alrededor de 1200 Covenanters fueron capturados y encarcelados en un campo no muy lejos del cementerio.
Tras la captura muchos fueron torturados y ejecutados, mientras que cientos más murieron por malos tratos; todo esto encabezado por el juez Mackenzie feroz defensor del uso de la tortura en Escocia.
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Los cuerpos de los Covenanters fueron arrojados a una fosa común en el lugar que hoy es el Cementerio de los Frailes Grises, por una jugada del destino el terrible juez George Mackenzie cuando murió en 1691 fue enterrado en el llamado Mausoleo Negro de ese mismo cementerio y desde entonces adquirió rápidamente una reputación siniestra, centrada en la tumba de Mackenzie.
Al pasar los años, los guardias del camposanto han registrado reportes de arañazos y moretones inexplicables que aparecen en los rostros de los visitantes del cementerio, y una mujer afirmó haber sido derribada por una “ráfaga de viento gélido” que salió del interior de la espeluznante estructura.
Algunos incluso afirmaron que una presencia maligna los había seguido hasta sus casas desde el cementerio, provocando incendios en sus hogares y otros fenómenos inexplicables.
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A fines de los años 90, se observó un aparente aumento de esta actividad conocida por los expertos como poltergeist, después de que un hombre que pernoctaba en las calles y buscaba refugio para pasar la noche, irrumpió en el mausoleo negro hasta llegar a un foso de esqueletos antiguos, donde según dicen yacen los restos de Mackenzie, por lo que este accidente reavivó el espíritu cruel de "Bloody" Mackenzie.
Esto continuó así durante aproximadamente un año hasta que finalmente encontraron a esta joven inconsciente afuera del mausoleo negro, luciendo como si la hubieran estrangulado y cuando volvió en sí no recordaba lo que había sucedido, por lo que la gente asumió que tenía que ser otro ataque del espíritu de George McKenzie.
Los funcionarios de la ciudad y trabajadores del panteón pidieron al famoso ministro y médium Colin Grant que realizara un exorcismo en el cementerio y desterrara el espíritu inquieto de Mackenzie: "Si no hacía este exorcismo, había una buena posibilidad de que más personas salieran heridas".
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La fotografía que marcó la muerte de Colín
En esa fría noche de noviembre, Colin contaba con la compañía de un periodista y un fotógrafo de un periódico local que estaban ahí para documentar este exorcismo”.
Colin le dijo al reportero que el ritual de exorcismo le resultaba inusualmente difícil y que había renunciado a enfrentarse al fantasma de Mackenzie y que en su lugar estaba tratando de liberar las almas atrapadas de los aproximadamente 200 Covenanters que habían sido enterrados allí, asimismo una de las declaraciones que le dio al reportero fue que ahí "encontraré mi muerte".
Fue alrededor de las dos de la madrugada cuando el ritual alcanzó su punto álgido, e incluso los dos periodistas escépticos empezaron a sentir que algo “ raro ” estaba sucediendo. La fotógrafa Susan Burrell levantó su cámara y tomó una última foto de Colin.
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Por encima de su hombro, aparentemente espiando desde una ventana de la iglesia cerrada y vacía, se puede ver una misteriosa figura oscura. Susan dijo después a sus colegas que, fuera lo que fuese esta extraña aparición, se estaba moviendo en el momento en que ella tomó la fotografía.
“Después de que el destello desapareció”, dijo la fotógrafa, “fue como si la luz se apagara en Colin y se desplomara en el suelo, comentó para el medio The Mirror. El periodista corrió inmediatamente a ver si estaba bien y Colin, que en ese momento apenas estaba consciente, no paraba de repetir: ‘Esto me va a matar, esto me va a matar...’”.
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Las palabras de Colin resultaron proféticas, poco después de este exorcismo fallido, Colin moriría inexplicablemente. Su muerte sería un shock total para sus amigos y familiares.
Nunca se ha encontrado una explicación convincente para la foto de Susan, que parece mostrar al juez despiadado extendiendo la mano desde el más allá para reclamar una víctima más.
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