Los días calurosos parecen haber quedado atrás con la entrada del monzón mexicano, un cambio estacional que produce poco más de la mitad de las lluvias en la región de Noreste del país, aunque es en todo el territorio nacional donde se registran estas intensas precipitaciones.
La llegada del monzón es de importancia en zonas especialmente áridas pues este cambio estacional ayuda a mitigar las condiciones de sequía, beneficiando a los sectores agua, agrícola, ganadero y medio ambiente.
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En el mundo hay cuatro regiones donde se generan circulaciones monzónicas, una de ellas se encuentra entre el suroeste de Estados Unidos de América y el noroeste de México, por eso la importancia de conocer este fenómeno y tomar precauciones.
¿Qué es el monzón mexicano?
Todo deriva del cambio estacional en la dirección de los vientos en la zona occidente y suroeste de Estados Unidos de América, este fenómeno conocido como el Monzón de Norteamerica, pero que por abarcar también el noroeste de México, ha hecho que sea también identificado como el monzón mexicano. La palabra monzón tiene su origen del árabe mausim, que significa estación.
Esta es una de las regiones en el mundo donde se presentan circulaciones amazónicas, las otras se ubican en el suroeste de Asia y el Océano Índico; Australia y la Polinesia, además de África noroccidental y el Atlántico oriental.
El Monzón de Norteamérica inicia cada año entre finales de junio y principios de julio, y puede extenderse hasta el mes de septiembre, es generado por los vientos cálidos y húmedos que provienen del Océano Pacífico y el Golfo de California, y que convergen sobre el noroeste del territorio nacional.
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¿Cómo afecta el monzón en territorio nacional?
Este fenómeno se caracteriza por generar lluvias intensas en regiones del noroeste de México, principalmente en las montañas de la Sierra Madre Occidental y sus alrededores, que comprenden Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, así como el norte de Nayarit, Sinaloa y Sonora y el occidente y suroeste de Estados Unidos de América.
Es en la región noroeste de la República Mexicana donde se registran acumulados de lluvia mayores a 100 milímetros (mm), que superan el promedio histórico para dicha región. Más del 60% de la precipitación anual de esta región ocurre en este periodo e, incluso, en zonas donde difícilmente llueve.
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