Hay noches dónde puedes dormir como un bebé sin pensar en nada, pero hay otras ocasiones dónde por más borregos que cuentes pasan las horas y no logras quedarte dormido y cuando lo logras suena de inmediato la alarma.
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Algunas personas tienen que acudir a algunas clínicas para comenzar a medicarse, debido a que luego han pasado noches y noches y no logran conciliar un sueño adecuado.
Pero no todo es el medicamento sino que también hay algunos remedios caseros los cuales ayudan a conciliar el sueño, aparte de contar borreguitos en la mente.
Recomendaciones para dormir
- Beber algo tibio y sin cafeína, como leche tibia o té de hierbas
- Tomar un baño caliente
- Leer un libro o una revista
- Escuchar música suave o un audiolibro
- Contar hacia atrás a partir de 300, de 3 en 3
- Meditar
- Técnica 4-7-8: consiste en colocar la punta de la lengua justo en el punto en el que empieza el paladar superior; cerrar la boca y respira por la nariz 4 segundos; aguantar la respiración durante unos 7 segundos; y expulsar todo el aire en 8 segundos.
Causas que provocan no conciliar el sueño
El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida.
Algunas de las causas son:
- Estrés: las preocupaciones relacionadas con el trabajo, la escuela, la salud, las finanzas o la familia pueden mantener la mente en actividad durante la noche, lo que dificulta el sueño.
- Viajes u horarios de trabajo: los ritmos circadianos actúan como un reloj interno y regulan el ciclo circadiano, el metabolismo y la temperatura corporal.
- Malos hábitos de sueño: los malos hábitos de sueño incluyen los horarios irregulares de acostarse, las siestas, las actividades estimulantes antes de acostarse, un entorno de sueño incómodo y el uso de la cama para trabajar, comer o mirar televisión.
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- Alimentación en exceso en la noche: está bueno consumir algún alimento ligero antes de acostarse, pero comer en exceso puede causar molestias físicas cuando estás acostado.
Complicaciones de un mal sueño
- Mal desempeño en el trabajo, en la escuela o actividades que desempeñen
- Disminución del tiempo de reacción al conducir y un mayor riesgo de accidentes
- Trastornos de salud mental, como depresión, un trastorno de ansiedad o abuso de sustancias
- Aumento del riesgo y la gravedad de enfermedades o afecciones a largo plazo, como presión arterial alta y enfermedades cardíacas
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