Para Maritza Morillas hablar sobre temas relativos a la pandemia no es cosa nueva, la pintora radicada en la Ciudad de México lleva más de 30 años creando obras cuya temática central es la depredación humana y las tragedias que acarrean, entre ellas las epidemias.
Morillas define su obra como realista y contestataria, la considera fuerte como lo es la realidad, es a través de la crudeza de sus imágenes con las que busca “visibilizar lo que no quisiéramos ver o esta realidad que negamos que existe, que es el sufrimiento de otros por nuestro beneficio”.
La artista visual egresada de la Escuela Superior de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México recuerda que desde pequeña quedó impactada con las visitas al mercado, lugar donde tuvo acercamiento a los primeros animales sacrificados para consumo humano, lo que se convirtió en parte de su inspiración del trabajo que hoy es reconocido mundialmente.
Cuando me planteé pintar de nuevo, porque hubo un tiempo que no pinté, me dije tengo que pintar algo que realmente me mueva, que ese sea el eje de toda mi producción, y fueron los animales, ver cómo devastamos y depredamos toda la naturaleza eso es lo que quise pintar
Muchas de las pinturas de la reconocida artista visual están inspiradas en su día a día, en los periódicos de nota roja, aunque principalmente, “del conocer la realidad de estos proceso de industrialización y cosificación de los animales”, que derivan en epidemias como la encefalopatía espongiforme bovina, también conocida como la enfermedad de las “vacas locas”, con la que en el 2004 por primera vez abordó el tema de la pandemia con una pintura de gran formato a la que tituló “Utopía Negativa”.
Esta enfermedad surgió porque cuando sacrifican a sus borregos por la enfermedad de scrapie, no quieren desaprovechar, fabrican un pienso con los cadáveres y esto se los dan a las vacas, las infecta y las hace carnívoras, cuando son un animal herbívoro y enferman
Aproximadamente diez años antes, Maritza Morillas ya plasmaba en el lienzo trazos llenos de cuestionamientos como lo fue una serie de pinturas en formato circular basadas en fotografías de fetos que ella misma capturó en el Departamento de Embriología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Pensaba yo en que nosotros somos la mala semilla del planeta porque somos la única especie que no sabe convivir con todo lo que habita aquí, si te pones a pensar, todo lo destruimos, nuestra sobrevivencia implica contaminar, destruir, depredar”, explica Morillas sobre su intención de plasmar esa esencia imperfecta de la raza humana representada en los fetos que ella pintó.
En otro de sus proyectos relativo a los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, Maritza visitó los archivos fotográficos de periódicos especializados en temas policiacos, pinturas que reconoce le trajo quizá las críticas más fuertes hacia ella y su trabajo, e incluso desacreditaciones; en cambio, su recompensa viene de los reconocimientos, “a mí lo que más me complace de mi trabajo con el espectador es que no se les olvida, para mí es lo más importante… al menos que tengas esa imagen en la memoria porque algo te va estar diciendo”.
Fiel a la técnica del óleo sobre tela con la cual ha elaborado la mayoría de su obra artística, Maritza elabora en la actualidad otro cuadro de gran formato inspirado en una nota periodística sobre la cremación de cientos de vacas enfermas en el continente europeo,
Somos el único animal del planeta que bebe leche de otra animal y comercia con ella; le quitamos la leche al becerro de la vaca para consumirla y mercar con ella, y cuando ya no nos sirven nos deshacemos de ellas. Me impresionó muchísimo la manera en que la meten a un horno, este horno somos nosotros devorando todo lo que se mueve
Gustosa de dibujar cráneos, insectos necrófagos, sirenas, gatos, y ante la necesidad de un ingreso fue como emprendió su propia marca la cual lleva su apellido “Esmalte Morillas”, “para poder ayudarme económicamente comencé a hacer esto del esmalte, bueno pensaba vender primero en galería, arte objeto y piezas únicas, y ya después surgió una serie que me ayuda muchísimo”.
No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado
Se trata de un taller de estampado del material conocido coloquialmente como peltre, pero que explica Morillas, es vidrio sobre metal, “es una técnica que yo aprendí en la Academia de San Carlos y ya después yo hice esto por mi cuenta, ellos no enseñan esto en realidad sino la técnica porque hacemos una pieza de arte”,
Ya sean diseños creados por ella o los de clientes, sus piezas han sido compradas por prestigiosos restaurantes o cafeterías en el viejo continente, incluso en Australia, un trabajo en el que ella elabora todo el proceso de preprensa, que luego pasa al horneado superior a los ochocientos grados centígrados para garantizar el estampado de los diseños y asegurar su larga durabilidad.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem