El invierno puede incrementar el riesgo de caer en algún tipo de adicción o aumentar el uso de sustancias en personas con trastorno adictivo, debido al impacto emocional que representa el “corte de caja” que se hace en esta época del año, con el recuento de logros, fracasos, pérdidas o planteamiento de propósitos y nuevas metas a futuro.
Este proceso de reflexión puede evocar momentos de dolor, sufrimiento o incertidumbre, lo que para muchas personas significa un desgaste emocional importante, difícil de enfrentar y capaz de desencadenar cuadros de “depresión invernal o estacional”, particularmente en este cierre de 2021, tras casi dos años de la pandemia de Covid-19.
“La celebración de Fin de Año provocan una explosión de emociones para la mayoría de las personas, lo que puede incrementar el riesgo de caer en algún tipo de adicción, aumentar el consumo de sustancias en quienes ya enfrentan esta problemática o detonar cuadros de depresión y ansiedad, explicó Reyna Khabie, especialista de Emotions Life Center.
“El inicio de festividades y reuniones provoca ‘un sube y baja’ de emociones y un mal manejo de estas puede abrir la puerta a excesos, no solo de alimentación, sino también de consumo de alcohol y otras sustancias”, alertó la especialista.
SEÑALES DE ALERTA
Las adicciones tienen múltiples facetas, no solo tienen que ver con el consumo de sustancias, sino también con cierto tipo de conductas que el individuo encuentra gratificantes y no puede abandonar, como son el trastorno por juego (ludopatía), adicción al internet, a videojuegos, al uso del celular, al ejercicio, a la comida e incluso a las compras compulsivas o el trabajo.
Reyna Khabie, directora y fundadora de Emotions Life Center comentó que las fiestas decembrinas se prestan para que personas en proceso de rehabilitación vuelvan a recaer si no cuentan con un apoyo familiar y terapéutico adecuado.
Entre los factores de riesgo que pueden propiciar el inicio de consumo de sustancias o recaídas, la experta mencionó la práctica que tienen algunas personas de “Seguir la Fiesta”, en la que festejos parecen ser interminables y no basta con solo una noche, por lo que algunas personas recurren a “una dosis” más fuerte”.
Otra alerta es: “Evadir emociones”, pues contrario de lo que se piensa, estas fiestas de amor y paz para algunas personas pueden ser una pesadilla y un reto emocional importante.
Reyna Khabie indicó que el tercer factor de riesgo es “La misma familia”, la cual debe entender que una persona en rehabilitación está pasando por un proceso delicado y autorizar reuniones o fiestas abre el riesgo de recaídas o reincidencia de los pacientes, por lo que debe ser un trabajo en equipo”.
Al informar que Emotions Life Center, es el primer centro de rehabilitación en México que cuenta con un programa ambulatorio de 90 días, que integra al paciente y a la familia, sin necesidad de internamiento, Reyna Khabie destacó que las adicciones son un problema de salud que pasa por aspectos físicos, psicológicos y sociales, por lo que requiere un abordaje multidisciplinario.
MANEJO ADECUADO DE LAS EMOCIONES
A los niños y las niñas se les enseña a ocultar sus sentimientos y reprimir las emociones, por lo que, al llegar a edad adulta, la gran mayoría de las personas no están preparadas para enfrentar situaciones que pueden vulnerar su estabilidad, como ha ocurrido con la pandemia y ahora la temporada de fin de año, comentó la directora de Emotion Life Center, Reyna Khabie.
Para enfrentar este tipo de situaciones, muchas personas recurren a la “anestesia del alcohol, las drogas, medicamentos sin prescripción y otras sustancias”, como un método de “fuga emocional” para evadir la realidad que los agobia, indicó Khabie.
Sin embargo, alertó que “buscar la anestesia de las drogas es como subirse a un elevador hacia el infierno”, por lo que recomendó a la población entender que las adicciones son un problema de salud multifactorial, que requiere atención médica y tratamiento integral como cualquier otro padecimiento físico.
PATOLOGÍA DUAL
En los últimos años, la gran mayoría de los pacientes que llegan a solicitar ayuda al centro de rehabilitación, presentan lo que se conoce como “patología dual”; es decir, “la adicción es solo la punta del iceberg de un trastorno de salud mental”, indicó la directora de Emotion Life Center, Reyna Khabie.
“Son raros los casos de personas que solo presentan el problema de adicción. No sabemos sí la adicción trajo el problema emocional o el problema emocional detonó la adicción, pero lo que sí es un hecho, es que ambas situaciones se tienen que tratar en paralelo”, apuntó.
Para el investigador Cristian Gabriel Toledo Lozano, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un aspecto importante de los trastornos adictivos es que, por lo regular, van acompañados de algún otro tipo de síntoma psiquiátrico, como puede ser, depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo o problemas de sueño, entre otros.
A esa combinación de un trastorno mental con uno adictivo se le conoce como patología dual. “Y en realidad, más que la excepción, es la regla, ya que entre 80 y 90% de las personas que tienen un trastorno adictivo pueden tener patología dual”. Por supuesto, añadió, para obtener un buen resultado en el tratamiento, deben ser atendidas ambas situaciones.
El especialista de la UNAM apuntó que existen factores de riesgo individuales, psicológicos y socioculturales que aumentan la probabilidad de presentar una adicción, entre los que mencionó: ser varón, tener pocas habilidades sociales para interactuar o expresar emociones, temperamento impulsivo, situación económica complicada, sustancias disponibles y fácil acceso.
Toledo Lozano explicó que la adicción produce cambios neurobiológicos en el cerebro, como es el aumento en la liberación de sustancias neurotransmisoras como la dopamina y la acetilcolina, que de forma crónica provocan cambios en los circuitos cerebrales.
De acuerdo con la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), las personas con trastorno de uso de sustancias tienen alteraciones del pensamiento, comportamiento y funciones corporales. Estudios de imagen cerebral muestran cambios en las áreas del cerebro que se relacionan con el juicio, la toma de decisiones, aprendizaje, memoria y control del comportamiento.
Advierte que muchas personas experimentan una enfermedad mental junto con una adicción (patología dual), y que la enfermedad mental puede estar presente antes de la adicción o la adicción puede desencadenar o empeorar el trastorno mental preexistencia..
CRECE CONSUMO DE ANFETAMÍNICOS
Desde 2017, México registra un preocupante incremento en la demanda de tratamiento a la Red Nacional de Atención a las Adicciones por el uso de estimulantes de tipo anfetamínico, mientras que decrece la demanda de atención por consumo de alcohol y marihuana.
Así lo revela el Informe sobre la Situación de la Salud Mental y el Consumo de Sustancias Psicoactivas en México, con base en datos proporcionados por la Red Nacional de Atención a las Adicciones, que conforman los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), Centros de Integración Juvenil (CIJ) y Centros No Gubernamentales.
En dicho estudio participaron 17,262 personas, de las cuales, 62% (10,677) fueron mujeres y 37% (6,413) hombres, con un promedio de edad de 40.9 años, residentes de los estados de Guanajuato, Querétaro, Ciudad México, Durango y Estado de México.
Detalla que durante el año 2020, 101,142 personas demandaron tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas, de los cuales, el 84.6% fueron hombres y 15.4% mujeres.
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El 91% de los usuarios de sustancias psicoactivas que demandaron tratamiento fueron mayores de edad (de 18 a 72), el 71% eran personas solteras y 43% contaba con estudios de secundaria, el 40.6% dijo tener empleo.
Las sustancias cuyo consumo causó mayor demanda de tratamiento fueron los Estimulantes de Tipo Anfetamínico (ETA), que incluyen a las anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico con el 30.2% de los casos, seguidos del alcohol con el 24.5% y la marihuana con el 15.1%.
Respecto a las diferencias de género, las principales sustancias por las que las mujeres solicitaron ayuda fue el alcohol con el 30% de los casos, seguido de los Estimulantes Tipo Anfetamínico con el 26.6% y la marihuana con el 14.3% de los casos; mientras que los hombres reportaron que como principal sustancia los Estimulantes Tipo Anfetamínico con el 30.9%, seguido de alcohol con 23.5% y marihuana con el 16.4% de los casos.
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